Tras no cumplir su promesa de campaña, Macri quiere la final de copa con público visitante
Días antes de la primera vuelta electoral del 2015 Mauricio Macri había prometido que en caso de ser electo iba a garantizar el regreso del público visitante "y la familia" a los estadios. En búsqueda de generar adhesión popular, el Presidente le pidió a Patricia Bullrich que garantice la presencia de ambas hinchadas en el Superclásico que definirá la Copa Libertadores.
Mauricio Macri sigue siendo el principal articulador del fútbol argentino, un actor preponderante en la mesa que se sientan los dueños de la pelota de hoy, y a pesar de no dejar de lado su fanatismo por Boca y que no quería una final superclásica entendió que es un momento en que puede recobrar aunque sea una parte de su desgastada popularidad.
Ante este panorama, el Presidente se adelantó a la Conmebol y a las declaraciones de los propios encargados de Seguridad nacional y de la Ciudad de Buenos Aires para dejar en claro su intención de que ambos partidos se jueguen con la presencia de público visitante.
Lo que vamos a vivir los argentinos en unas semanas es una final histórica. También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz. Le pedí a la Ministra de Seguridad que trabaje con la Ciudad para que el público visitante pueda ir.
Uno de los primeros artífices de la destrucción del público visitante fue Mauricio Macri en su presidencia de Boca, cuando empezó a limitar la cantidad de entradas para los equipos que visitaban Brandsen 805 hasta a arrinconarlos en una inhóspita tercera bandeja. Esto empezó a devolverse y así los hinchas que debían salir de sus estadios contaban con cada vez menos capacidad.
Pero el regreso del público visitante, que más allá de partidos aislados bajo la responsabilidad de la seguridad local y los inentendibles encuentros de Copa Argentina, es una cuenta pendiente desde que la Policía Bonaerense asesinó a un hincha de Lanús en el Estadio Único de La Plata de un balazo en el pecho. Desde entonces cambió el Gobierno, cambiaron los encargados de los organismos de seguridad, cambió la conducción de AFA y hasta se inventó una Superliga pero los visitantes nunca volvieron.
"¿Qué ha cambiado? ¿Está más segura la Argentina? ¿Hay más presencia policial? No. No siento que se haya mejorado en absoluto para darle más seguridad a la gente", reprochaba Macri a días de la elección que lo llevaría al ballotage.
Mauricio Macri guarda en su haber la recordada frase: "Hagamos una campaña todos los hinchas de Boca de que no vamos a una cancha de visitante. Vamos a ver que pasa, se muere el fútbol argentino, nosotros llenamos nuestra cancha y los demás que se mueran", declarada en los ´90.
