26.12.2019 / Repudiable

"Corazón e ideas": el libro que armó Bullrich para defender la mano dura, la dictadura y atacar el caso Maldonado

Desde Twitter y tras abandonar su cargo, la ex ministra de Seguridad difundió un libro impreso un mes antes de irse, producido con fondos desconocidos pero bajo sello público, donde defiende su cuestionada gestión. Desde la tapa se resalta a sí misma por sobre el propio Macri, se autoelogia por la "lucha contra el narcotráfico", insiste contra la RAM e insulta a la familia Maldonado.



Desde su cuenta personal y pública de Twitter y a pesar de ya no ser ministra de Seguridad, Patricia Bullrich difundió un libro en el que se presenta cmo si aún cumpliera esa función, impreso un mes antes de irse, producido con fondos desconocidos pero bajo sello estatal, en el que defiende su cuestionada gestión: desde la tapa se resalta a sí misma por sobre el propio Mauricio Macri, se autoelogia por la "lucha contra el narcotráfico", destaca la mano dura que caracterizó su trabajo y ataca a la familia de Santiago Maldonado y hasta a la investigación judicial aún en curso.

"Una gestión con corazón e ideas. La doctrina de seguridad que abrazaron los argentinos", es el título que la ex funcionaria elegida para conducir al PRO para defender su trabajo durante los cuatro años de gestión de Macri, tiempo que será recordado por la aplicación como política de Estado de “la mano dura” y la violencia institucional por parte de las fuerzas de seguridad.

“Quedan aquí expuestos los lineamientos centrales que animan nuestra política y dan sustento a nuestro modelo de seguridad. Un modelo que buscó siempre la coexistencia armónica entre orden, convivencia y paz. Un modelo que vino a poner las cosas en su lugar para combatir a las mafias y cuidar a los argentinos”, dice Bullrich, que escribió su propio prólogo.

El libro, que tiene un total de 253 páginas, muestra a Bullrich narcisista desde la propia tapa: allí, la ex ministra aparece en primer plano, con Macri en segundo plano. Una buena parte de la publicación está dedicada a fotografías de ambos, principalmente de la ex funcionaria, con fuerzas de seguridad.

Todavía no se sabe con qué dinero fue producido, pero dado que figura bajo un sello público -el del Ministerio de Seguridad- es deducible que es con recursos del Estado y ya amerita una investigación que determine el origen de esos fondos.

Por si todo esto fue poco, usó la imagen del Estado argentino con el sello del Ministerio de Seguridad para atacar la actuación judicial en un caso, el de la muerte de Santiago Maldonado, que está abierto a la investigación, buscando influir en la definición del proceso.

Bajo el título, “Caso Maldonado: La construcción de una mentira”, la ex funcionaria se dedicó en varias páginas a detallar y defender “el accionar” de Gendarmería y de su Ministerio en el Caso Maldonado y advirtió que fue “la construcción de la mentira estuvo a punto de imponerse en la opinión pública”.

Según Bullrich, se desarrolló “una campaña orquestada desde sectores políticos, periodistas militantes y organizaciones sociales (incluyendo a las de derechos humanos) con ramificaciones internacionales, apoyada en una estrategia jurídica y una fuerte presencia en las redes sociales, persiguió el objetivo de desacreditar a un gobierno y a las fuerzas de seguridad del Estado argentino. Y de paso, desacreditar también a la Justicia y al Estado de derecho, de modo que la RAM pudiera justificar su accionar violento. Y todo sucedió en el marco inequívoco de un año electoral”.

Con cierta animosidad, Bullrich apuntó directamente contra los hermanos Sergio y Germán Maldonado, a quien acusó al primero de haberse presentado “acompañado por dirigentes de organizaciones de derechos humanos en el juzgado de Esquel” mientras que “su hermano Germán exigía públicamente en Buenos Aires ‘la aparición con vida’ del joven y convocaba a marchar esa misma tarde en distintos puntos del país”.

Además, en ese capítulo Bullrich cargó contra Contra Amnistía Internacional, CELS, BOno, Centro Profesionales por los Derechos Humanos, APDH que fueron los organismos que acompañaron a la familia durante los meses que estaba desaparecido Santiago y que exigen verdad y justicia sobre el caso. También le pegó a los docentes a través de CTERA, por hablar en las aulas sobre el caso Maldonado y sobre la violencia institucional que ejercen las fuerzas de seguridad.

Por varias páginas, Bullrich volvió a atacar a la familia Maldonado, a su lucha y al final lanzó un repudiable insulto: “En esta construcción de esta mentira pudimos ver los aspectos más miserables y mezquinos del ser humano”.

Finalmente pero al principio del libro, cabe destacar cómo en el capítulo "Una política de seguridad integral", Bullrich defiende a la dictadura: sostiene la crítica a los juicios por delitos de lesa humanidad en varios pasajes, dice que los gobiernos democráticos centraron "más la mirada en juzgar el pasado antes que en comprender los cambios culturales que debían hacerse al interior de las instituciones, con la mirada puesta en el futuro" y que "el miedo al pasado ya no podía seguir siendo un escollo para la acción".

También se refiere a "la estigmatización de las fuerzas de seguridad por nuestros problemas del pasado –muchas veces, con el objetivo de ´lavar culpas` propias– creaba problemas en el presente".