29.11.2020 / Judiciales

La muerte de Diego: el médico Leopoldo Luque fue allanado y quedó imputado por "homicidio culposo"

Por orden del equipo de fiscales que encabeza el titular de esa dependencia judiciales de San Isidro, el último profesional médico a cargo de la salud del máximo ídolo popular fue notificado formalmente de sus derechos mientras se allanaba su domicilio en la localidad bonaerense de Adrogué y su consultorio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los detalles.




De la mano de la fuerte voluntad de la familia por conocer verdaderamente si el fallecimiento del Diego Armando Maradona pudo ser evitable, su último médico personal, Leopoldo Luque, quedó hoy imputado del delito de "homicidio culposo" en el marco de la causa en la que se investigan las circunstancias de la muerte del máximo ídolo popular argentino y mejor futbolista de todos los tiempos.

Luque fue notificado formalmente de sus derechos esta mañana, mientras se allanaba su domicilio en la localidad bonaerense de Adrogué y su consultorio en Nuñez, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por orden del equipo de fiscales encabezado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad; e integrado por sus adjuntos Patricio Ferrari y Cosme Iribarren; y por la fiscal de Benavídez, Laura Capra.

La Justicia bonaerense realizó esta madrugada diversos allanamientos en la casa y consultorio propiedad de Luque, el último médico personal de Diego, ya que investigan su posible responsabilidad en el fatal desenlace del ídolo argentino, que falleció el último miércoles a los 60 años debido a un paro cardiorrespiratorio.

El giro en la investigación, que pasó da "averiguación de causales de muerte" hacia un "homicidio culposo", se produjo después que este sábado, cuando los fiscales recibieron la declaración de Dalma, Giannina y Jana, las tres hijas reconocidas por Maradona, que fueron muy contundentes en contra de cómo se manejo el tratamiento de la salud de "Pelusa".

Las hijas le reclamaron a la Justicia conocer cuáles eran el tratamiento y los medicamentos que recibió Maradona en sus últimas semanas de vida, principalmente desde que apareció el hematoma subdural en la cabeza, que por recomendación de Luque, fue operado en la Clínica de Olivos.

También trascendió, según diferentes publicaciones periodísticas que citaron como fuente al grupo de personas cercano a Maradona, que el astro había tenido una discusión con Luque, a quien echó de la casa que habitaba en el barrio "San Andrés" de Benavídez el jueves 19 de noviembre y solo volvió a hablar por teléfono hasta el miércoles de su muerte.

Alfredo Cahe, histórico médico del "Diez", también se había expresado de forma crítica respecto del "entorno" del Diez por las decisiones médicas que se tomaron desde la operación del hematoma. "Diego tendría que haber permanecido no solamente en esa clínica (Olivos, donde fue operado) sino en un lugar internado con una infraestructura diferente. Como cuando lo llevamos a Cuba, que todo el mundo protestó, pero ahí se hizo todo muy bien", aseguró el reconocido profesional.

"Nunca supe cuál era la urgencia de operarlo. Tengo más dudas que afirmaciones. La primera duda es por qué se lo llevó a ese lugar. No sé si era una casa o simplemente un lugar de fin de semana", agregó.

El punto de la investigación es que al momento de su descompensación, Maradona no estaba acompañado por ningún médico, sino apenas por una enfermera, que incluso reconoció haber mentido en el informe interno de la empresa para la que estaba contratada. En sus declaraciones testimoniales, la enfermera Dahiana Gisela Madrid confirmó que fue la última en registrar con vida al astro del fútbol mundial.

En ese sentido, se indicó que uno de los enfermeros que tenía turno en la casa que habitaba Maradona dijo que lo vio con vida aproximadamente a las 6.30 del miércoles, al momento de efectuarse el cambio de guardia. Según ese enfermero, lo encontró descansando en su cama y estaba respirando normalmente.

El coordinador administrativo del grupo de enfermeros se refirió a la modalidad del servicio que se prestaba en torno a Maradona. Pero la declaración de la enfermera Madrid, de 36 años, fue el punto clave: si bien ratificó que a las 7:30 escuchó al astro orinar (sin confirmación visual), reconoció que luego escribió en el informe que lo vio a las 9:30, lo que no fue real.

Ese documento decía que Maradona se negó a dejarse chequear en la hipotética segunda visita, pero la enfermera desmintió esa información y dijo que fue "por una indicación del coordinador".

Hoy trascendió también un documento firmado por el equipo de psiquiatras a cargo de atención médica de Maradona, al momento de su salida de la clínica de Olivos para internación domiciliaria, en la que pidieron una serie de cuidados que, a la luz de los hechos, no se fueron llevados a cabo.

En el escrito, que está incorporado en la causa, se pedía "internación domiciliaria solicitando como indispensables" que hubiera "enfermeros, preferentemente hombres, con disponibilidad de tiempo completo y especializados en problemática de consumo de sustancias".