Un piloto de la
Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que sacó de Bolivia en noviembre de 2019 a
Evo Morales tras el golpe de Estado reveló que debieron esquivar un proyectil disparado de Chimoré, en Cochabamba. La prueba es un documento de la
Secretaría de la Defensa Nacional, publicado en el último libro del Presidente
Andrés Manuel López Obrador.
"Durante el ascenso inicial, el piloto alcanzó a observar desde el lado izquierdo de la cabina de mando, y cuando casi alcanzaba los mil 500 pies sobre el terreno, una estela luminosa similar a la característica de un cohete en la posición de las siete (atrás a la izquierda de la trayectoria del avión) por debajo del horizonte", afirma el documento.
El reporte, publicado por medios como
Telesur, RT y
La Razón de Bolivia, agrega que
"estimando el piloto que, en caso de tratarse de un proyectil, el punto desde donde fue lanzado podría estar ubicado en las inmediaciones del aeropuerto de Cochabamba". Además del lanzamiento del proyectil que pudo haber derribado el avión, el documento detalla que un miembro de las fuerzas armadas de Bolivia apuntó a la aeronave, de manera permanente, con un lanzacohetes RPG.
El informe detalla que para evitar que el proyectil impacte en la nave, el piloto realizó una maniobra de ascenso y viraje cambiando de forma repentina el rumbo de la aeronave.
"Efectuó un viraje ceñido hacia el lado contrario de la trayectoria del proyectil (lado derecho) incrementando el régimen de ascenso para evitar el impacto, observando que la traza, muy por debajo de la aeronave, efectuaba una parábola hacia el terreno sin haber alcanzado la altura que en ese momento ya tenían, aproximadamente a 3 mil pies sobre el terreno", informaron.
El documento termina con la conclusión de que el cohete
"podría haber provenido del lanzador RPG que observó en el aeropuerto". Es decir que los propios militares de Bolivia habrían intentado asesinar a Evo Morales.
Ni el entonces presidente Evo Morales, ni tampoco el vicepresidente
Álvaro García Linera denunciaron el intento de homicidio ante los medios de comunicación. En el informe, se reconoce que el ataque no fue comunicado a la tripulación para evitar que se incrementara la tensión de la misión diplomática, que buscaba rescatar al ex Mandatario y darle asilo en México. Antes de que se perpetre el golpe de Estado, Evo Morales debió aterrizar de forma forzada el helicóptero presidencial para salvar su vida.
