El magistrado
Martín del Viso, quien lleva adelante la investigación, afirmó que fueron extraídos varios mensajes de teléfonos policiales desde que sucedió el hecho el 17 de noviembre último, que entre otras cosas dicen, "lo que hicieron los polis no tiene nombre", "encima le ponen una pistola de juguete", "vi todo" y "hay que preparase". Los mismos se sumaron como prueba del encubrimiento que policías de la Ciudad montaron en la escena en el barrio porteño de Barracas donde el joven de 17 años fue asesinado por tres efectivos cuando volvía de entrenar.
En el fallo de 186 con el que procesó con prisión preventiva a otros siete acusados, entre ellos al máximo jefe policial de la zona donde ocurrió el hecho, el juez dejó dejó asentadas las conversaciones de los encubridores con allegados en los que manifestaban cómo se había armado la causa en un principio a partir de los dichos de los tres homicidas. Según Télam, también surgió en las últimas horas información sobre uno de los ayer procesados, el subcomisario Ramón Chocobar, que está a punto de ser juzgado por un Tribunal Oral Federal porteño en el marco de otra causa por el delito de "falsificación de documento público".
En la resolución, Del
Viso analizó toda la prueba producida a lo largo del mes y medio de instrucción por parte del fiscal Leonel Gómez Barbella, a partir de la cual ya hay tres policías procesados con prisión preventiva por el homicidio agravado de Lucas y la tentativa de homicidio agravado de sus amigos, y otros 13 por el encubrimiento agravado de esos hechos. En ese marco se incorporaron como prueba
los nuevos mensajes encontrados en los celulares de los policías acusados que constan en un informe realizado por personal de la Dirección General de Investigaciones de Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip).
Para el magistrado,
ese informe que fue solicitado por la fiscalía "contiene material que ha venido a confirmar todas las sospechas que se pusieron de manifiesto" y añadió, "a modo de ejemplo,
del teléfono secuestrado a Héctor Cuevas (oficial principal y uno de los primeros procesados), se extrajeron, entre otras cosas, mensajes que envió el 18 de noviembre a las 18.32 al decir 'lo que hicieron los polis no tiene nombre', 'unos dementes', 'encima le ponen una pistola de juguete', 'déjate de joder' y 'yo fui el primero en llegar y vi todo lo que hicieron'", transcribió Del Viso.
A su vez reprodujo que el mismo día del hecho (17 de noviembre) a las 20:52
respondió ante la consulta de su interlocutora que sobre si 'tenía una réplica como decía el poli??', que "se la pusieron". Fuentes de la investigación consultados sobre ese informe dijeron que fue Cuevas quien respondió "se la pusieron" al ser preguntado por la persona con quien se mensajeaba sobre el arma de juguete hallada en el auto de los cuatro adolescentes atacados por los efectivos de la Ciudad, y que desde el inicio el Ministerio Público sostuvo que había sido "plantada" para sostener la falsa versión de en enfrentamiento.
Del Viso se refirió también a un intercambio de mensajes entre el procesado subcomisario Roberto Inca y una policía que le comunicó la muerte de Lucas en el hospital el El Cruce de Valera el 18 de noviembre, un día después del ataque, el cual fue iniciado a las 17:42 de ese día.
Inca puso un emoji que "parecería ser una calavera" cuando la persona que le escribió le dijo que el joven había fallecido, tras lo cual agregó, "entonces hay que prepararse".
Otra comunicación sobre la que hizo principal hincapié es la que involucra al comisario Rodolfo Ozán y a otro de los procesados, el comisario Fabián Du Santos, en la que califican el accionar de los policías de la brigada como "un mocazo" y en la que se expresa, "busquen lo tenga que buscar para justificar esto". "No se puede dejar pasar el tenor de la conversación, pues no solo se aparta absolutamente de las misiones y funciones que debe cumplir todo policía sino que
denota un desprecio por la vida ajena evidente e intolerable" advirtió Del Viso..
"Es que
en lugar de ocuparse de una persona herida de bala y de velar por la legalidad del procedimiento posterior a la balacera prefirieron centrar su actividad en 'emprolijar [la] cagada' lo que se debe articular entonces con la instrucción que dio de que nadie filmara o tomara fotos", añadió en el fallo.
El magistrado sobre el accionar policial desplegado en la escena del hecho y los últimos siete procesados, comentó que "parece claro que desde el primer momento los agentes pudieron y debieron percibir que se intentaba dar ropaje de legalidad a un procedimiento que a todas luces no lo era" y alertó que era evidente que
"los integrantes de la brigada habían transmitido una noticia falsa para revertir los roles que ocuparon las personas en el suceso". "Queda claro que la trama tendiente a disimular los episodios se urdió desde su propio inicio", aseguró.
Por el homicidio están procesados con prisión preventiva los policías de la Ciudad Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi. Mientras que por el encubrimiento ya estaban también con prisión preventiva los comisarios Juan Romero y Du Santos, el subcomisario Inca, el inspector Cuevas y las oficiales Micaela Fariña y Lorena Miño, a quienes se le sumaron hace menos de 48 horas, el comisario inspector Daniel Santana, el comisario Ozán, el subcomisario Chocobar, y a los oficiales Sebastián Baidon, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos y Daniel Rubén Espinosa.
