26.08.2022 / Medio ambiente

Incendios en el Delta: intencionalidad de un sector del campo, Ley de Humedales y el rol del Estado

Ante el fuego que arrasa con flora y fauna, Política Argentina dialogó con el viceministro de Ambiente, Sergio Federovisky, y con el decano del Departamento de Ciencias Ambientales de la UNDAV, Ricardo Serra. Intenciones manifiestas del sector agropecuario, especulación inmobiliaria y necesidad de una norma jurídica a la altura de las circunstancias.

por Walter Sosa




Invierno 2020. Los incendios a la vista de la ciudad de Rosario fueron una de las imágenes más crudas e icónicas de las afectaciones ambientales de los últimos años. La quema en la frontera de Santa Fe y Entre Ríos indignó no solo por su magnitud sino por la esencia de sus causas, la intencionalidad a cara descubierta. Hablamos de fuegos que volverían a repetirse.

Los episodios proliferaron durante los meses y años posteriores. Ardieron las Sierras de Córdoba y el Norte argentino. Y en el verano del 2022, el desastre natural avanzo sobre los campos y montes de los Esteros del Iberá en la provincia de Corrientes. “Las razones de los incendios incluyen tanto un desastre natural ocasionado por las altas temperaturas, el estrés hídrico y la falta de humedad en el ambiente, como así también, el accionar del hombre, ya sea mediante el inicio de incendios dolosos o culposos”, se lee hasta en Wikipedia.

Invierno 2022. Días atrás, en la tercera semana de agosto, el fuego llegó al AMBA. No en su forma más cruel, voraz y apocalíptica, propias de un distópico naranja en el horizonte, sino en las de su postrimería: las de un aire sucio y grisáceo que hizo nube y potenció el smog en la City y el Conurbano, dejando en evidencia una vez más lo cerca que estamos ante un desastre ecológico si no hacemos algo.

La evidencia fue tal que el propio gobernador Axel Kicillof hizo una serie de recomendaciones para evitar mayores malestares. Trapos, toallas, barbijos y más recaudos. La problemática estaba a la vista y en el pulmón ciudadano.




EL FUEGO SIGUE

Hoy el fuego sigue. Si bien se pudo aliviar la situación, la persistencia de focos menores en San Pedro mantienen el alerta. “El episodio no terminó, por lo tanto, no sería razonable hacer un balance. Estamos inmersos en una temporada muy compleja que está determinada por una sequía que ya lleva tres años, por una bajante récord del Río Paraná que no cesa y por las consiguientes situaciones sobre la vegetación que hacen que el fuego tenga grandes posibilidades de propagarse”, dijo el viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Sergio Federovisky, en diálogo con Política Argentina.

Para el funcionario nacional,  “la realidad es que el mejoramiento de las condiciones climáticas todavía no está claro cuándo puedan ocurrir, dado lo cuál seguimos en medio de una situación muy crítica aún cuando una fase muy aguda se vivió la semana pasada”.



En este escenario, que sigue siendo dramático, el Ministerio de Ambiente con el Plan Nacional del Manejo del Fuego, según sus expresiones, “ha respondido con mucha solvencia y con una cantidad de recursos que no han sido lo habitualmente”.

Federovisky detalló el trabajo con “13 medios aéreos y más de 150 brigadistas trabajando” y resaltó que la cantidad de recursos puestos para combatir la problemática en la zona superan los 100 millones de pesos diarios.

“Todos estamos trabajando en un panorama adverso desde lo climático y con una intencionalidad manifiesta en todos los fuegos que se iban generando”, sostuvo.


LA INTENCIONALIDAD: CAPITULO AGROPECUARIO

Lo que está en juego es la tierra y los modos de producción, y junto con esto las acciones y los intereses de los hombres. Hombres y mujeres de campo, explicó a este medio Ricardo Serra, vicerrector de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) y decano del Departamento de Ciencias Ambientales de dicha casa de estudios.

En ese sentido, precisó que "cuando hay una afectación de estas características, siempre hay dos orígenes en términos de causas: pueden ser naturales o antropogénicas".

"La naturaleza funciona desde hace millones de años y siempre el mundo se reacomoda. El cambio climático está generando grandes sequías y esto trae aparejado que cualquier inconveniente puede crear un fuego. Es que con la sequía que hay, los ríos Paraná y Uruguay tuvieron un descenso en sus caudales”, señaló Serra.

A sus ojos, cuando hablamos de las Islas del Delta, “hablamos de una historia repetida”. Y profundizó: “El hombre tiene muchísimo que ver porque al ampliar el frente agrícola en casi todo el país, o por lo menos en la zona núcleo, queda cada vez menos lugar para la cría ganadera. Razón por la cual generar un incendio para después ampliar la frontera es algo que se realizó desde hace mucho tiempo”.

Al problema del fuego, el funcionario de Undav también hace mención al crecimiento de la caza furtiva, “dado que toda la fauna corre hacía otro lado y hay una matanza indiscriminada de animales como los carpinchos”. 

“Se sabe también que cuando hay incendios intencionales, después hay un emprendimiento inmobiliario”,
agregó.


LA INTENCIONALIDAD: EMPRENDIMIENTOS INMOBILIARIOS

Algo está claro: no hay dudas de que la zonificación no puede cambiar por décadas si un incendio es provocado para tales circunstancias. “Cuestión de quien tenga pensado hacer cualquiera de las locuras que pueden hacer los hombres por avaricia sea frenado y que el Estado siga al tanto y advierta que no habrá barrio privado, no habrá caza furtiva ni ampliación del campo para la soja o la ganadería. Par eso tenemos que tener información y, fundamentalmente, controlar”, insistió Serra.

“A esta altura de los acontecimientos, podemos saber qué y cuándo se incendió un campo, de cuántas hectáreas y quien es el dueño, el responsable de esas tierras, encargado de mantenerlo como corresponde. Si ocurrió un accidente, los gobiernos responsables en dicha jurisdicción tienen que tener en claro que no pueden cambiar la zonificación una vez producido un incendio”, agregó.

Serra enfatizó que producción y desarrollo sostenible pueden ir de la mano. “No quiero ponerme en contra de los modelos de producción agropecuaria pero sabemos que todo es posible, la soja y la ganadería, si cuidamos nuestro ambiente”, recalcó.

“Nosotros no responsabilizamos a nadie. Lo que decimos es que hay modalidades del uso del fuego, algunas atadas al modo de producción agropecuaria y otras atadas directamente vinculadas con proyectos futuros de desarrollo inmobiliario que lo promueven. Pero no hablamos de que tal o cual sector tienen puntualmente la responsabilidad porque eso es una tarea de la Justicia”, añadió, por su parte, el viceministro Federovisky.




EL ROL DEL ESTADO Y LA NECESIDAD URGENTE DE LA LEY DE HUMEDALES

Más allá de los recursos esgrimidos por el funcionario de Ambiente, queda claro para Serra que “a nivel nacional se actuó bien y se hicieron las denuncias correspondientes”. Desde la provincia de Buenos Aires, la ministra de Ambiente bonaerense, Daniela Vilar, destacó el trabajo del Comité de Emergencia Ambiental del Plan Integral Estratégico del Delta del Paraná, con los "equipos del Ministerio de Ambiente Nacional y de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe".



En este sentido, hizo referencia al rol de las estructuras de gobierno frente a dicha problemática como también el papel de los organismos estatales y una necesidad manifiesta de que en los órganos judiciales se propicie la investigación de los hechos, según la naturaleza de los casos.  “No queda otra en el sistema democrático que el Ejecutivo haga la denuncia y que los fiscales y jueces investiguen. Ellos tienen todas las herramientas para pedirle herramientas a catastro, a las inmobiliarias, a Ambiente y a Defensa Civil, entre otros”, recalcó.



Siguiendo esta línea, insistió en la necesidad de que la Ley de Humedales tenga su cauce en un consenso político y que dicho espíritu de solución a tales problemáticas sea compartido en términos de intereses por todos los sectores de la política y la sociedad civil.

La ministra Vilar sostuvo días atrás que "se hace indispensable construir herramientas de política pública que fortalezcan al Estado, dotando de mecanismos para acceder a la Justicia y desincentivar los incendios intencionales y especulativos".

“La Ley de Humedales sigue girando de un cajón a otro y no la aprueban. Es una urgencia que salga la Ley de Humedales y que todas las provincias tengan en claro que no se pueden cambiar las zonificaciones que ya se tienen. Lamentablemente, no hay duda para algunos sectores de que la soja es más atractiva que un bosque nativo”, manifestó.