
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner repudió el operativo de seguridad llevado a cabo por el Gobierno de la Ciudad en las inmediaciones de su casa en el barrio porteño de Recoleta.
Cristina Kirchner contrapuso dos situaciones distintas que se dieron en la puerta de su domicilio. La primera, una movilización macrista realizada en 2015 en donde amenazaban e insultaban a la ex presidenta, sin la intervención del Gobierno porteño para brindar seguridad. "Esa noche tuve que dormir en la casa de mi hija en el barrio porteño de Monserrat", recordó.
"A partir de allí,
la esquina de Juncal y Uruguay fue objeto de permanentes concentraciones de pequeños grupos de simpatizantes macristas con actitudes amenazantes y agresivas. Con parlantes y micrófonos amplificaban insultos, agravios y promesas de muerte", admitió la vicepresidenta.
La segunda situación: las vigilias organizadas en la última semana por sectores que buscan demostrarle su apoyo a Cristina en medio de la causa Vialidad en la puerta de su casa. La vicepresidenta evidenció que las diferencias son notorias: "Hoy amanecí con la esquina de mi casa literalmente sitiada".
La segunda situación tuvo que ver con las vigilias organizadas en la última semana por sectores que buscan demostrarle su apoyo a Cristina en medio de la causa Vialidad en la puerta de su casa. En este punto, evidenció que las diferencias son notorias: "Hoy amanecí con la esquina de mi casa literalmente sitiada".
"Las vallas colocadas por el Sr. Larreta son algo más que impedir la libre circulación. Son algo más que sitiar a la Vicepresidenta de la Nación.
Quieren prohibir las manifestaciones de amor y de apoyo absolutamente pacíficas y alegres, que tienen lugar ante la ya inocultable persecución del partido judicial", sostuvo Cristina.
Por último, planteó que "Larreta es la misma lógica del partido judicial". "Para los macristas: cuidado y protección. Para los peronistas: vallas, infantería de la policía de la ciudad y hasta palos, gas lacrimógeno y gas pimienta como la noche del lunes", planteó, y añadió: "Lo dicho ese día por la noche:
nunca fueron ni serán democráticos".