
Tras la convocatoria del Ministerio Público Fiscal, el Gobierno nacional y de la Ciudad acordaron que no habrá más acampes en las inmediaciones de la residencia de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Según se informó, se definieron criterios claros que van a impedir que se afecte el normal desarrollo de la vida de los vecinos de la zona. No se van a realizar acampes, ni ferias, ni podrá haber fuegos artificiales o parrillas. Tampoco batucadas ni cortes de calle.
A lo largo de los últimos días, militantes de diversas organizaciones sociales, políticas y estudiantiles mantenían la vigilia y acampe frente al domicilio de la expresidenta, en el barrio porteño de Recoleta. La vigilia de los manifestantes comenzó el lunes 22 de agosto, luego que el fiscal Diego Luciani solicitara, en el alegato que formuló en el juicio de la obra púbica en Santa Cruz, una condena de 12 años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos para Cristina Kirchner.
El sábado, durante una de las jornada de movilización, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires reprimió con palos, agua lanzada desde camiones hidrantes y gases lacrimógenos a los militantes que se habían congregado en cercanías del domicilio de la titular del Senado para darle su apoyo. Los incidentes comenzaron luego de que un grupo de manifestantes tumbara las vallas que ordenó colocar cerca del departamento de la exmandataria el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.