El multimedios
Clarín, en todas sus plataformas, insiste en quejarse por un presunto uso político por parte del Gobierno del
atentado contra Cristina Kirchner para oscilar entre poner en duda los hechos a la vista de todos, hacer su propio uso editorial de la reacción de gran parte de la sociedad ante el intento de magnicidio y bajarle la relevancia al tema incluso burlándose de situaciones.
Tras el caso de
Guillermo Lobo hablando de "presunto ataque" a CFK al aire en TN y el cruce de su compañera
Lorena Maciel (durante y posteriormente al programa),
ahora en Clarín firmó una nota de opinión el recordado Ricardo Roa, titulada "Atentado contra Cristina Kirchner: un marginal en busca de protagonismo y el odio pontificando sobre el odio".
El artículo
se pelea con las pruebas y la línea de investigación de la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo y afirma que se trata solo de un "marginal", "freak" y "medio nazi", en relación a
Fernando Sabag Montiel, que actuó sin planificación con
Brenda Uliarte, una mujer de la que se burla por sus "varios apodos y oficios".
Luego
niega los discursos de odio abonando una "teoría de los dos odios", defiende a Horacio Rodríguez Larreta, ataca al presidente Alberto Fernández y hasta se coloca junto a Clarín como ejemplo de periodismo. Ah, también
echa mano a Magdalena Ruiz Guiñazú para ello, que acaba de morir.
Según Roa,
"todo apunta a que en el fallido atentado contra Cristina no pasó más de lo que se vio, aunque mucha gente crea que hay mucho más de lo que se vio". Esa "gente" son la jueza y el fiscal, que tiene horas de video que muestran a Sabag Montiel y Uliarte hacer inteligencia previa en Recoleta, adonde luego fueron a cometer el atentado. Ambos funcionarios judiciales, además, investigan la participación de más personas, no refieren a una gran organización pero buscan saber cómo se planificó.
Héctor Magnetto acompañado por Ricardo Roa y Ricardo Kirschbaum
Para el editorialista del CEO Héctor Magnetto, Cristina estuvo "desprotegida por su custodia y por decisión propia" e incluso "no se da cuenta de lo que pasa", mientras que
Sabag Montiel sólo es "un chiflado, lunático, desequilibrado o como se lo quiera llamar, que pudo llegar a centímetros de ella y gatillar dos veces en su cabeza una pistola", sobre el que la Justicia no tiene sospechas de "sicario" ya que "vivía en una tapera", tenía "un tatuaje medio nazi y usaba una tarjeta trucha de discapacitado para viajar".
De Uliarte, directamente se burla Roa.
"También perdida en la vida, su novia de hace un mes, de varios apodos y oficios, vendía algodón de azúcar y videos pornográficos que ella misma protagonizaba", escribió.
Luego, el periodista militante critica la custodia de la Vicepresidenta y la participación de la Policía Federal, además de elogiar las decisiones de Horacio Rodríguez Larreta. No conforme, también va contra Alberto Fernández por llamar a la jueza Capuchetti, cosa de la cual ni siquiera ella se quejó - y lejos está de ser kirchnerista - pero también por "fomentar odio hablando contra el odio" (SIC).
Para finalizar,
habla del periodismo para defender los discursos de odio. "Los periodistas estamos para averiguar, contar y decir cosas que algunos no quieren que digamos. Se cumplen cuatro años de la muerte de Julio Blanck. Como tantos de nosotros, había sido militante y el periodismo lo hizo mejor: pasó de defender un punto de vista a contrastar puntos de vista", dijo, incluyéndose en el elogio colectivo.
Y
echó mano a Magdalena Ruiz Guiñazú, que murió hace 24 horas. "Símbolo de la democracia y del periodismo, que se le plantó como pocos a la dictadura. No necesita elogios. Nunca repartió odios, pero se los repartieron con ganas", dijo, antes de criticar a Hebe de Bonafini por hacer un "juicio trucho contra los periodistas", en todo caso una actitud similar a la de Clarín y TN cuando, por ejemplo, dedicaron horas a estigmatizar a 678 y quienes lo realizaron. Sin ir más lejos, la propia nota de Roa menciona y ataca con nombre y apellido a
Rosario Lufrano.
