En medio de la crisis en el Commonwealth,
el rey Carlos III se dirigió este lunes por primera vez al Parlamento de Reino Unido y aseguró "sentir el peso de la historia" tras la muerte de su madre la reina Isabel II.
"Presentándome ante ustedes hoy, no puedo evitar sentir el peso de la historia que nos rodea y que nos recuerda las tradiciones parlamentarias vitales a las que los miembros de ambas cámaras se dedican con tanto compromiso", afirmó el monarca, de 73 años, durante su primer discurso frente a ambas cámaras del Parlamento reunidas en Westminster.
Y como lo hizo en su primer discurso para la nación británica resaltó el reinado de su madre: “Nos reunimos hoy en recuerdo de la notable duración del servicio dedicado por la Reina a sus naciones y pueblos. Cuando era muy joven, se comprometió a servir a su país y a su pueblo y a mantener los preciosos principios del gobierno constitucional que se encuentran en el corazón de nuestra nación".
“Este voto lo mantuvo con una devoción insuperable. Ella dio un ejemplo de deber desinteresado que, con la ayuda de Dios y sus consejos, estoy resuelto a seguir fielmente”, prometió el nuevo monarca.
Este lunes el Rey Carlos inicia por las naciones constituyentes del Reino Unido.
CRISIS EN EL COMMONWEALTH
Tras la muerte de la Reina Isabel II, el primer ministro de Antigua y Barbuda,
Gaston Browne, afirmó el pasado sábado que l
lamará a un referendum "dentro de los próximos tres años" para votar si el país, actual miembro del Commonwealth, se convierte en una república soberana.
"Este no es un acto de hostilidad o una diferenciación entre Antigua y Barbuda y la monarquía, pero es el paso final para completar el círculo de independencia y asegurar que somos verdaderamente una nación soberana", aseguró Browne.
Antigua y Barbuda es el primer país que evalúa salir del protectorado británico luego de la muerte de la Reina, si bien ahora el jefe de Estado es el rey Carlos III, que cuenta con un gobernador general en la isla como representante, el primer ministro Browne que ejerce el Poder Ejecutivo fue elegido por democracia.
De ser aprobada la salida del Commonwealth, el rey Carlos III perdería su estatus como jefe de Estado, como sucedió con Irlanda y Zimbabue cuando reinaba la monarca fallecida.
Por otro lado, en Escocia la desaparición de Isabel II relanza el debate sobre la secesión, que la primera ministra independentista Nicola Sturgeon quiere someter a referéndum en 2023.
"El rey Carlos ama Escocia tanto como la reina", pero "simplemente no tiene su autoridad", advierte en las columnas del Daily Mail el periodista Andrew Neil, para quien la "Unión" corre ahora "más peligro".