
El propio bolsonarismo instiucional comienza a bajarle la persiana al bolsonarismo más reaccionario, ya que
el vicepresidente brasileño Hamilton Mourao reconoció hoy que "no hubo fraude" en las elecciones en que Lula Da Silva derrotó al presidente Jair Bolsonaro e invitó a esos sectores oficialistas a "dejar de llorar” y aceptar los resultados.
“Hay que bajar un cambio", afirmó el segundo al mando del Poder Ejecutivo brasileño entrevistado por O Globo, donde sentenció que "no hubo fraude” mientras miles de simpatizantes bolsonaristas continúan con cortes en las rutas en rechazo del triunfo de Lula e incluso reclaman la intervención militar en el proceso electoral.
Vale aclarar que Bolsonaro impidió a Mourao ir por su reelección y eligió, en cambio, al exministro de Defensa
Walter Braga Netto. A diferencia del primer mandatario, el vicemandatario brasileño reconoció la victoria de Lula y se comunicó con su vice,
Geraldo Alckmin.
Si bien Mourao reconoció la derrota, se quejó de que hayan dejado "jugar" a Da Silva:
"Nosotros estuvimos de acuerdo en participar de un partido en el que otro jugador, Lula, no debería estar jugando. Pero si acordamos, no podemos quejarnos. Hay que parar de llorar y aceptar que perdimos el partido".
"Considero que no hubo fraude, pero uno de los jugadores no debía estar jugando, ese es mi punto de vista", sostuvo el Vicepresidente saliente, y hasta aseguró que lo que el bolsonarismo debería haber hecho era antes: reaccionar contra la participación de Lula en las elecciones, cuando fue absuelto en todas las causas por denuncias sin sustento.
"Ese era el momento de tocar bocina y salir a la calle. Hay 58 millones que no se conforman, pero participaron del juego y aceptaron las reglas del juego, entonces hay que bajar un cambio", arengó.