
La renegociación de la deuda heredada por el gobierno de Cambiemos fue el punto de desconexión central del Frente de Todos. Los acuerdos en relación al Fondo Monetario Internacional establecidos por el entonces ministro de Economía
Martín Guzmán desataron la crisis interna del oficialismo, que tuvo su primer capitulo con la renuncia de
Máximo Kirchner a la presidencia del bloque en Diputados.
La
necesidad de recomponer el poder adquisitivo frente a una deuda “ilegitima” del macrismo y la
templanza del presidente Alberto Fernández a la hora de tomar decisiones llevaron a que los cuestionamientos puertas adentro del FDT desbordaran en ciertos "trapitos al sol", que redundaban en declaraciones cruzadas de ministros nacionales y bonaerenses y los amagues permanentes de rescisión por parte de dirigentes del Frente Patria Grande, por ejemplo y entre otros.
De todas formas, no hubo ruptura. El punto de contención lo brindó la figura de la propia Cristina Fernández de Kirchner. La avanzada política, mediática y judicial contra ella y hasta el intento de asesinato por parte de grupos sospechosamente vinculados – “aparentemente” - con ex funcionarios y dirigentes de Juntos por el Cambio le dieron al Frente de Todos el músculo necesario para mantener la unidad. “#TodosconCristina. No vienen por ella, vienen por el peronismo”, era lo que se escuchaba en el septiembre más caliente de los último años.
De cara al 2023,
“la unidad es algo que no se discute”, dicen desde los pasillos del Ministerio de Desarrollo Social. “Soy optimista. Vamos a llegar un esquema competitivo. Depende, entre otros puntos, de la inflación. Tenemos definido nuestro viejo apotegma que lo estableció muy bien Juan Domingo Perón y lo siguió Néstor Kirchner: la mejor política social es un buen plan económico. Para poder lograr eso, obviamente se le está dando espacio al ministro Sergio Massa”, expresó a
Política Argentina, el diputado nacional del Frente Renovador y ex intendente de Mercedes,
Carlos Selva.
“El Frente sabe que la necesidad de limar asperezas y tirar para adelante es crucial para enfrentar a una derecha que está organizada”, dijo ante este medio, por su parte, la diputada nacional
Claudia Ormachea, quien además es dirigente sindical de La Bancaria.
La gremialista sostiene, no obstante, que “hay muchas cosas que poner en claro y diferencias que poder zanjar”. Y resume con mirada de fuituro: “No hay que buscar culpables. Las diferencias no son buenas ni malas pero es un momento, en el que entramos en un año electoral, tiene que haber definiciones claras”.
DIVERSIDADES
Queda claro que en la diversidad de perfiles que posee el Frente de Todos, la muñeca del diputado
Germán Martínez ha sido suficiente para mantener la coalición legislativa. De hecho, tras 24 meses, el presidente Alberto Fernández pudo tener por fin su ley de leyes, su Calculo de Gastos y Recursos para el Ejercicio 2023. Un Presupuesto que, si bien en estos días tenga que vérselas con medidas cautelares dictadas por la Corte Suprema a favor de CABA y en detrimento de la provincia de Buenos Aires, puede seguir manteniendo su espíritu central.
En lo electoral, con Cristina proscripta, con ciertos dirigentes de peso como Sergio Massa, Eduardo Wado de Pedro y hasta el propio Axel Kicillof con ganas (o no) de jugar en la presidencial y hasta con un Alberto que no esconde tentaciones de reelección, no se descarta PASO.
“Creo que va a continuar la unidad. No hay debate para la misma. De hecho, creo que sería sano para el Frente de Todos una PASO con distintos candidatos y distintas propuestas”, sostuvo entrevistado por
Política Argentina el diputado nacional
Daniel Arroyo, ex ministro de Desarrollo Social.
Arroyo mismo es consciente de que devolverles la mesa llena a los argentinos será crucial. “El 2022 ha sido un año difícil para muchas familias”, señala.
“Es una situación difícil. Si bien ha mejorado la actividad económica. Claramente eso mejora la situación pero en muchas familias existe un gran drama para llegar a fin de mes y ese es el desafío que tenemos para adelante. Tenemos que estabilizar el precio de los alimentos”, sostiene.
En tanto, la senadora bonaerense y dirigente de la CTA, María Reigada, recuerda que, al menos en un amplio sector del FDT aglutinado como kirchnerismo, existía "el sueño de volver a tener una candidata con todas las posibilidades de ganar y fue corrida por el partido judicial".
"Eso generó un temblor dentro del Frente de Todos que espero que podamos sortear rápidamente. En tanto, estamos en condiciones de generar una reelección de Axel Kicillof para el 2023”, puso sobre la mesa, blanqueando ese objetivo central que, en off the record,
Política Argentina pudo escuchar de voces que caminan diversos pasillos institucionales del kirchnerismo.
Es que en los espacios nucleados fundamentalmente alrededor de CFK y particularmente en La Cámpora, la idea de garantizar la continuidad de gobernanza en la provincia de Buenos Aires y ciertos distritos clave del conurbano bonaerense es determinante, principalmente en un contexto que, en la foto de hoy, se presenta adverso a nivel nacional.
LA ECONOMÍA COMO PUNTO DE PARTIDA Y LLEGADA
“Es la economía, …” , sin embargo las razones por las que se lograron algunos acuerdos vinieron del lado de la política. Siempre de la política. La llegada de Sergio Massa le ha dado contundencia a una gestión a la que se le hacía difícil poder concertar, desde el Palacio de Hacienda, las condiciones para que se generen ciertos elementos de autoridad, consenso fiscal y equilibrio en las balanzas pero PRIMERO LA GENTE.
“Sergio Massa ha venido tomando decisiones que han encaminado ciertos puntos. Esto tiene un proceso de asimilación y de tiempo de orden. Tenemos
muy buenas expectativas para ir estabilizando la economía. Eso también nos lleva a la necesidad de unirnos como argentinos a valorar la democracia”, dijo la diputada de Santiago del Estero Mariana Morales, del Frente Renovador.
La legisladora massista advierte que en este dar y recibir, en este presionar y ceder, en este ajusta y distribuir, también es menester, a los efectos de incrementar la competividad electoral, abrir caminos a la participación de dirigentes que hoy están por fuera del Frente.
“El Frente de Todos ha sido un espacio que ha sido construido en base a los disensos, tratando de formar una mejor alternativa y oportunidad de progreso para los argentinos. No creo que la oportunidad de ampliación este cerrada”, manifestó.
Las palabras de Morales, que sintetizan una mirada del massismo, encuentran consonancia en "Wado" de Pedro, ministro de Alberto, hombre de la primera línea de CFK y postulado como presidenciable por voces que aún no son la suya.
Es que De Pedro sostuvo en noviembre de este año que con el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil se abre "una nueva oportunidad" para la integración entre ambos países, ocasión que aprovechó además para destacar la estrategia electoral del dirigente que asumirá este domingo su tercer mandato, centrada en "generar consensos y ampliar", hecho que debería ser "ejemplo para la Argentina" para "dejar de mirarnos el ombligo y empezar a ampliar la coalición".