El presidente de Brasil,
Luiz Inácio Lula da Silva (de 77 años) fue internado este viernes en el hospital privado Sirio Libanés de Brasilia para someterse a una operación programada del fémur derecho, en la cual se le colocará una prótesis para combatir los dolores que le generan una artrosis en la cadera.
Lula llegó pasadas las 8.20 al hospital proveniente del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, para ser atendido por el equipo médico que lo atiende en San Pablo desde hace dos décadas, y con el que en 2012 superó satisfactoriamente un cáncer en la laringe.
Sus asesores explicaron que el mandatario
deberá someterse a una operación de dos horas con antestesia general y permanecerá en una sala de terapia intensiva hasta el martes para la recuperación.
El mandatario deberá estar, según él mismo dijo en el programa Conversación con el Presidente, entre seis y ocho semanas de recuperación sin poder, por ejemplo, viajar en avión o hacer movimientos bruscos.
La operación consiste en reemplazar la cabeza del fémur derecho por piezas de metal y porcelana que puedan garantizarle movilidad. El mandatario había anticipado que su equipo de prensa le aconsejó no mostrarse con andador o muletas durante la recuperación.
Será la tercera cirugía de Lula en la cadera. Las dos primeras, en julio, fueron procedimientos no invasivos para aliviar el dolor crónico del cual se quejaba desde agosto de 2022, cuando estaba en la campaña electoral cuando venció a Jair Bolsonaro.
El médico de Lula, Roberto Kalil Filho, aseguró que la cirugía es segura, soluciona el problema del fémur y tiene un postoperatorio sin sobresaltos.
“La cirugía es segura y soluciona el problema definitivamente. Se trata de un posoperatorio en el que el paciente puede moverse a los pocos días. Es un posoperatorio pacífico”, dijo Kalil a periodistas.