
Sobre el final de una nueva jornada de represión en el Congreso, fue liberado Tomás Cuesta, el fotógrafo que había sido detenido mientras realizaba la cobertura de la marcha de jubilados para la agencia France Press. La Justicia de la Ciudad de Buenos Aires no convalidó la detención de Cuesta, aunque sí la de otro fotorreportero.
Al trabajador de La Nación y AFP pretendían aplicarle el delito de desobediencia/resistencia a la autoridad. Sin embargo, la fiscalía entendió que no estaban dados los elementos, por los cual se dispuso su inmediata libertad.
En las imágenes capturadas por los medios puede verse como una decena de efectivos de Gendarmería y Policía Federal reducen en el suelo a Cuesta y se lo llevan esposado. En otros videos que circularon en redes sociales puede verse como un efectivo de gendarmería le aplasta la cabeza con la rodilla. "¡Me estás lastimando, hijo de puta! ¡Soltame! Estoy trabajando para Amnistía Internacional", gritaba el fotógrafo bajo la bota del efectivo.
"¿Me podés soltar? Te muestro la credencial, soltame. No le pegué a nadie, tengo todo filmado. Estás confundido, no tengo nada", insistía Cuesta mientras era esposado por las fuerzas de seguridad. Según testigos, el fotógrafo no estaba haciendo más que su trabajo al momento de su detención.