Flybondi, la aerolínea lowcost que en su momento fue el emblema de la política aerocomercial del macrismo, volvió a ser motivo de controversia, esta vez, por un cambio en su estructura empresarial y, concretamente, los nombres a su alrededor. La empresa incorporó como nuevo inversor a COC Global Enterprise, un fondo norteamericano que ya controla parte de su capital. Detrás de esa firma aparece el nombre de
Leonardo Scatturice, un personaje poco conocido por el público general pero de creciente influencia en los círculos del poder libertario.
La compañía aérea no sólo arrastra denuncias por graves irregularidades técnicas, sino que además enfrenta una causa judicial por presuntas fallas en su sistema de mantenimiento. La llegada de un nuevo dueño no pasó desapercibida, sobre todo por el pasado y las conexiones del flamante inversor.
Quién es Leonardo Scatturice
El periodista Hugo Alconada Mon reveló que el empresario nació en el partido de Lanús, como también, que durante su trayectoria colaboró con la Policía Bonaerense y terminó fuertemente ligado a la SIDE, hoy supervisada por el asesor presidencial, Santiago Caputo.
Con el tiempo, montó su propia consultora, acumuló dinero y construyó un perfil bajo en medio de operaciones judiciales y políticas. Fue durante la última etapa del kirchnerismo cuando su nombre empezó a sonar, aunque todavía sin mucho volumen, vinculado a una intensa interna entre sectores de inteligencia que terminó con su teléfono intervenido en plena disputa entre Jaime Stiuso y Fernando Pocino, ambos exagentes de inteligencia.
Pasado ese episodio, dejó el país y comenzó un itinerario empresarial que incluyó Panamá y luego Estados Unidos, donde reside actualmente. Desde allí continuó construyendo su fortuna, armó sociedades y fortaleció sus contactos tanto en el área política como en del poder financiero. A pesar de su exposición reciente, se mantiene alejado de los medios y prefiere moverse entre sombras.
Cuál fue la polémica reciente
El nombre de Scatturice saltó al centro de la escena a principios de este año, cuando una aeronave de su propiedad trasladó desde Miami a Buenos Aires a Laura Arrieta, una figura cercana al entorno de
Javier Milei y áfin al trumpismo. El avión, según trascendió por versiones e investigaciones periodísticas, permaneció estacionado en Aeroparque durante varios días, lo que derivó en rumores sobre lo que contenía el equipaje, que no habría sido inspeccionado por una supuesta "orden de arriba".
A pesar de que el Ejecutivo negó cualquier especulación de irregularidad, quedó a la vista el entramado que ligaría al Presidente con el empresario, sumado al
vínculo que mantendría con Santiago Caputo.
Santiago Caputo y CPAC
Detrás del ascenso de Scatturice hay una relación clave, la que mantiene con el asesor y estratega de La Libertad Avanza, actor esencial en el Gobierno de Javier Milei. Según lo descripto por Alconada Mon, fue él quien le "sopló" a Caputo el nombre de Andrés Vázquez para ocupar un lugar estratégico de liderazgo en la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), estructura que opera bajo la órbita del Ministerio de Economía. Ese vínculo se consolidó en múltiples encuentros entre ambos, dentro y fuera del país.
Aunque niegan que tenga un rol institucional, en el entorno libertario admiten que su papel se reudce únicamente al de "elemento de consulta" para Caputo. Su influencia se extiende sobre áreas sensibles como la UIF, la SIDE y la Aduana, lo que lo convierte en un actor clave dentro de un esquema de poder donde las fronteras entre lo público, lo privado y lo secreto parecen cada vez más difusas.
El inversor de COC también juega un rol central en la conexión entre el Gobierno argentino y el trumpismo. Junto a Barry Bennett, exasesor de Donald Trump y socio en la consultora Tactic Global, fue uno de los impulsores de la llegada del evento Conferencia de la Acción Política Conservadora (CPAC) a la Argentina, con Milei como figura principal. Su participación habría sido activa, en tanto, habría financiado gran parte del evento y gestionado personalmente reuniones con figuras clave del ala dura republicana.
Cabe mencionar que en 2024 se creó una sociedad sin fines de lucro con nombre CPAC Argentina Inc. Su tesorera, es nada menos que Laura Arrieta, la pasajera del avión que estuvo parado una semana en Aeroparque.
El empresario fue, además, quien posibilitó el encuentro entre Milei y Trump durante la conferencia CPAC en Washington. A pesar de no ocupar ningún cargo formal en el Estado argentino, su cercanía con el círculo íntimo del Presidente lo convirtió en un interlocutor habitual en las relaciones internacionales.