El Gobierno sube retenciones para soja, maíz y girasol, pero prorroga el "alivio" para el trigo y la cebada

Por medio de un nuevo decreto publicado este viernes en el Boletín Oficial, el Gobierno confirmó un aumento en las retenciones a la soja, el maíz, el sorgo y el girasol a partir del 1° de julio. En paralelo, prorrogó hasta marzo del año próximo el esquema reducido del 9,5% para la exportación de trigo y cebada.

Así, desde el martes, la soja volverá a tributar el 33%, tras haber gozado de una baja temporal al 26%. El maíz y el sorgo saltarán del 9,5% al 12%, mientras que el girasol pasará del 5,5% al 7%.

Desde el sector agroexportador advierten que la suba podría frenar la liquidación de divisas en las próximas semanas. “El Gobierno está aplicando una medida confiscatoria”, criticó Eduardo Buzzi, ex presidente de Federación Agraria, durante una entrevista televisiva. La baja transitoria de retenciones había acelerado declaraciones de ventas al exterior en los últimos días, pero ahora se espera una fuerte caída en el ingreso de agrodólares, lo que traería mayor malestar entre los rurales.

Por el contrario, a pesar de que la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) adhiriera a la prórroga para el trigo y la cebada, señaló que trabajarán “junto a las entidades de productores para lograr la eliminación de todos los derechos de exportación y avanzar en una disminución gradual y consecutiva” para la soja y su complejo industrial.

Además de mantener las alícuotas reducidas, el Gobierno amplió el plazo para liquidar divisas en el caso del trigo y la cebada. A partir de ahora, los exportadores que quieran acceder a la tasa del 9,5% deberán ingresar al menos el 90% de las divisas dentro de los 30 días hábiles posteriores a la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). Hasta ahora, ese plazo era de solo 15 días, aunque alcanzaba a un abanico más amplio de productos.

El decreto lleva las firmas del presidente Javier Milei, del jefe de Gabinete Guillermo Francos y del ministro de Economía Luis Caputo. Con esta decisión, el Gobierno apunta a sostener la competitividad de algunos cultivos en plena siembra, aunque lo hace a costa de otros que aportan gran volumen de divisas.