En medio de una ola de frío que afecta a gran parte del país, el Gobierno nacional decidió desregular el mercado de gas licuado de petróleo (GLP) en garrafas, lo que implica una eliminación de los controles sobre precios y el levantamiento de la autorización previa para operar en la industria. A través del Decreto 446/2025, publicado este jueves en el Boletín Oficial, la administración de J
avier Milei establece una nueva dinámica para el sector.
La medida, firmada por el Presidente, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, implica que el Estado ya no intervendrá en la fijación de precios del GLP. En su lugar, se limitará a la fiscalización de los aspectos relacionados con la seguridad pública. De acuerdo con lo establecido en el decreto, las autoridades competentes deberán garantizar que se cumplan los parámetros de seguridad en la distribución y comercialización del gas licuado, pero sin regular los costos del producto.
Además, el decreto elimina la obligación de obtener una autorización previa para fraccionar, distribuir o comercializar gas licuado. Ahora, los interesados solo necesitarán cumplir con los requisitos legales establecidos, presentar la documentación correspondiente y esperar la verificación de la autoridad competente. Según lo dispuesto, si no se recibe respuesta dentro de los 10 días hábiles posteriores a la presentación de los documentos, se considerará que el proceso ha sido aprobado.
Otro de los puntos clave de la medida es la eliminación de los "Precios Máximos de Referencia", que habían sido establecidos en 2024 para las distintas etapas de fraccionamiento y venta de las garrafas. En lugar de esos precios, ahora solo habrá "precios de referencia", sin un límite que se considere tope, lo que permite a los productores y distribuidores ajustar los valores según los costos reales. "El sector privado es el principal interesado en expandir la producción, el fraccionamiento y la comercialización de GLP", señala el decreto, respaldando el rol del mercado en la optimización de la oferta y la mejora de la calidad del servicio.
Con la medida desreguladora, Nación busca estimular una mayor competencia dentro del sector, en el entendimiento de que la expansión y diversificación de la oferta de gas licuado contribuye al abastecimiento interno y, en teoría, al "menor costo posible para los consumidores".
En cuanto a las plantas de fraccionamiento, la desregulación también abarca la necesidad de obtener permiso para instalar nuevas plantas o ampliar las existentes. Ahora, solo será necesario cumplir con los requisitos establecidos por la ley, sin la intervención de la Secretaría de Energía en cada caso. "Bastará con que, dentro de un plazo acotado y previo al inicio de sus operaciones, modificaciones o renovaciones, se presente la documentación pertinente", detalla el decreto.