El vocero presidencial Manuel Adorni informó que el presidente Javier Milei firmó “el cierre definitivo” de la Dirección Nacional de Vialidad y de los organismos que supervisan rutas y transporte, decisión adoptada “luego de la confirmación de la condena a Cristina Kirchner” en la causa por la obra pública. “Este organismo se inventó para simplificar la corrupción”, sostuvo el portavoz, que proyecta la publicación del decreto en las próximas horas.
El plan oficial transfiere 9.120 kilómetros de rutas nacionales a concesionarios privados y elimina la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Adorni aseguró que la nueva estructura “reduce el gasto y mejora la eficiencia”, pero evitó precisar qué ente controlará las futuras concesiones.
La disolución impacta sobre más de 5.500 puestos de trabajo y deja en el aire el mantenimiento de 40.000 kilómetros de trazas que hoy administra Vialidad. Gremios estatales denuncian que la motosierra oficial “pone en riesgo la seguridad vial y liquida capacidades técnicas construidas durante décadas”.
Para fundamentar la drástica reingeniería, el vocero reprodujo fragmentos televisivos de la causa Vialidad y cargó contra “la matriz de corrupción kirchnerista en la obra pública”. La puesta en escena se alinea con la narrativa libertaria que convierte la condena a la ex presidenta en plataforma para avanzar con recortes y privatizaciones.
La medida puedesonar a “revanchista” y se advierte que otorgar rutas estratégicas sin licitación transparente “repite el esquema de negocios que Milei dice combatir”.