
El Gobierno nacional autorizó el ingreso al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) del proyecto de litio de la firma australiana Galan Lithium en Catamarca, pero al mismo tiempo rechazó la solicitud presentada por la compañía china Ganfeng para ampliar su planta en Salta.
La decisión fue confirmada por el ministro de Economía, Luis Caputo, a través de un comunicado en redes sociales, en el que justificó el rechazo por "cuestiones técnicas". Sin embargo, la negativa se produce pocos días después de que el futuro embajador de Estados Unidos en Argentina, Peter Lamelas, manifestara su intención de “mantener fuera del continente” a países como China, Irán o Venezuela.
Según Caputo, el proyecto de Ganfeng no cumplía con los requisitos del régimen, ya que la inversión había comenzado en 2022 y fue inaugurada en febrero de este año. “No cumplía con los requisitos de ingreso al régimen, entre ellas la obligación de inversiones mínimas requeridas para los próximos dos años”, sostuvo el ministro en su publicación, haciendo referencia a la planta de cloruro de litio que la empresa instaló en General Güemes, Salta.
En contraste, el proyecto de Galan Lithium, ubicado en el Salar del Hombre Muerto, recibió la aprobación oficial para avanzar con su desarrollo. Con una inversión de 217 millones de dólares, la compañía espera producir hasta 20.850 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente a partir de 2027, con exportaciones estimadas por más de 180 millones de dólares desde 2029. “Es el sexto RIGI aprobado”, destacó Caputo.
Ganfeng ya había destinado u$s2.500 millones a la Argentina y proyectaba duplicar ese monto en los próximos años. La planta salteña cuenta con abastecimiento energético exclusivo de un parque solar off-grid de 120 MW, con almacenamiento de baterías diseñado por la propia firma. La iniciativa fue considerada estratégica por su escala y velocidad de ejecución, pero el Gobierno no volvió a analizar su ingreso al régimen. Una fuente oficial había anticipado que dos proyectos chinos de litio “no saldrían ahora ni nunca”.
La exclusión del gigante asiático no pasó inadvertida en el contexto geopolítico. La postura de Lamelas, confirmada en su audiencia en el Senado de EE.UU., marcó con claridad una línea de trabajo orientada a limitar la presencia de potencias no alineadas en América Latina. En ese marco, la definición del Gobierno argentino parece replicar esa señal, priorizando a empresas de capitales occidentales y dejando fuera a inversiones ya en curso.
Desde la asunción de
Javier Milei, Ganfeng fue una de las primeras firmas chinas en reunirse con el mandatario. En aquel encuentro participaron Wang Xiaoshen, presidente del grupo, y Jason Luo, titular de Ganfeng Sudamérica. Pese al gesto diplomático, la empresa no logró sortear las barreras técnicas y políticas que hoy pesan sobre sus proyectos en el país.
Además de Mariana, la compañía posee otras iniciativas activas en la región: Pozuelos-Pastos Grandes e Incahuasi–Arizaro, ambos en fase de desarrollo en Salta, y Cauchari-Olaroz en Jujuy, donde comenzó la producción en 2023. Ninguno de ellos, por ahora, fue incluido en el régimen que el Gobierno promociona como eje de su política para atraer inversiones a gran escala.