A solo dos días de las elecciones provinciales,
Morgan Stanley decidió abandonar su postura optimista sobre Argentina y retiró su recomendación de “comprar” bonos del gobierno. “Dado que la incertidumbre del mercado se prolongará, nos mantenemos al margen a pesar de que probablemente los niveles sean mucho más baratos hoy", explica la nota firmada por la entidad financiera, luego de la brutal derrota del oficialismo nacional en la Provincia de Buenos Aires.
La fuerte caída de los bonos en dólares, que se desplomaron casi 7 centavos hasta 55 centavos por dólar, junto con un desplome del 13% en el mercado bursátil y la depreciación del peso del 7%, reflejó la alarma de los inversores ante la derrota electoral y la incertidumbre política.
El informe de Morgan Stanley advirtió que el resultado electoral “incrementa la probabilidad de un escenario central negativo”, en el que se pone en duda la continuidad de las reformas y crecen las dudas sobre el financiamiento externo del país. La entidad proyecta que los bonos podrían caer hasta un promedio de 56 dólares, con el tramo corto de la curva en peor desempeño.
La derrota de Milei sorprendió a los mercados, ya que su partido estaba previsto que sufriera un tropiezo moderado. La magnitud de la caída ante el peronismo, de casi 14 puntos, alimentó rumores sobre una posible reestructuración del Gabinete y generó preocupación por la estabilidad de su plan económico.
A pesar de la retirada de Morgan Stanley, otros bancos como JPMorgan y Bank of America mantuvieron su recomendación de sobreponderar los bonos argentinos, aunque advirtieron que los inversores deberán prepararse para “resultados menos favorables al mercado” en las elecciones legislativas de octubre.
La combinación de la incertidumbre política, los escándalos que involucran a su hermana y la volatilidad del peso, que cotizaba por encima de los $1.400 el lunes, refuerza la percepción de riesgo de Milei en Wall Street.
El banco anticipa además una política monetaria “aún más estricta” para defender la estabilidad cambiaria hasta las elecciones de octubre, aunque considera “razonable esperar una depreciación adicional de la moneda”, posiblemente acercándose al techo de la banda fijado en $1.460. En ese escenario, la entidad advierte que el “debilitamiento significativo del peso podría afectar aún más el apoyo al gobierno”, por lo que recomendó reforzar la venta de dólares por parte del Tesoro.