28.11.2025 / UNA BUENA

Punto a favor de los carpinchos de Nordelta: freno al proyecto de urbanización y a la castración química

La Cámara de San Martín repuso la cautelar que detiene nuevas obras en zonas no desarrolladas del complejo y limita intervenciones sobre la fauna, tras revertir la decisión que en octubre había flexibilizado el avance urbanístico.





La Cámara de San Martín dejó sin efecto el levantamiento de las restricciones ambientales al ordenar que Nordelta S.A. suspenda de inmediato cualquier proyecto de urbanización, movimiento de suelo o alteración de cuerpos de agua que reduzca superficie vegetal o modifique las costas, una resolución que vuelve a colocar la preservación del ecosistema y la protección de los carpinchos como prioridad en el expediente y que retoma los parámetros exigidos antes del fallo de octubre.

Según informó Noticias Argentinas, la nueva medida también frena la instalación de tablestacados, alambrados o cerramientos sobre la ribera cuando no garanticen el tránsito seguro de los carpinchos hacia tierra firme, una preocupación planteada por organizaciones ambientales que advertían sobre el riesgo de fragmentación del hábitat y el ahogamiento de crías en sectores donde ya se habían registrado obstáculos.

Además, los jueces mantuvieron la prohibición de aplicar castración química a los animales, aunque habilitaron métodos de control poblacional aprobados como vasectomías o vacunas anticonceptivas, mientras recordaron que cualquier intervención deberá acreditarse en el marco del estudio de impacto ambiental todavía pendiente de aprobación.

El fallo también impide fumigaciones con agroquímicos o sustancias dañinas para la fauna dentro del complejo, salvo aquellas de carácter sanitario autorizadas por la autoridad competente, y establece que las obras de mantenimiento esenciales deberán ejecutarse con recaudos para evitar daños a la vida silvestre.

Por último, la resolución enfatiza que la cautelar se mantendrá hasta que se realice y apruebe el estudio de impacto ambiental requerido desde el inicio del litigio, un punto que el tribunal consideró indispensable para definir de manera definitiva los límites del desarrollo urbanístico en una zona donde, según el expediente, la presión inmobiliaria viene avanzando sin controles suficientes.