14.09.2015 / Investigaciones recientes

Archivos develan espionaje policial durante el mundial 78

La Comisión Provincial de la Memoria (CPM) dio a conocer la inteligencia que la Bonaerense hacía en el fútbol. Desde la preocupación por la “campaña antiargentina” que llegaría desde el exterior, la infiltración de “subversivos cubanos, japoneses y árabes” hasta el alerta porque “aumentaría el ingreso de drogas”




Entre 1956 y 1998 funcionó la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (Dippba) y tras 15 años de clasificación la CPM comienza a mostrar el registro impresionante del espionaje estatal. Puntualmente muestran las tareas hechas acerca del fútbol, en el Mundial del 78 y durante la vuelta de la democracia, en 1983.

La principal preocupación estaba puesta en el campeonato de fútbol mundial y la posible aparición de grupos armados, de “factores subversivos” como el gobierno militar definía. Por eso es que hay numerosos legajos en los que se observa la inquietud de los servicios en los movimientos que distintas organizaciones hacían durante el desarrollo del mundial.

Uno de los primeros informes muestra como la Secretaría de Inteligencia del Estado le informa a Dippba que “importantes miembros de Montoneros mantuvieron entrevistas en Suecia con dirigentes de organismos internacionales afectados a la defensa de los Derechos Humanos con la finalidad de instrumentar una campaña de acción psicológica en tal sentido, a motorizarse en oportunidad de las tareas de organización del Campeonato Mundial de Fútbol”.

Además destacan que los objetivos de la organización era “incidir e influenciar a representantes de gobiernos extranjeros un tanto afines a la ideología que profesan los grupos de delincuentes subversivos argentinos para disponer la no participación en el torneo”, entre otros.

Otro de los informes del órgano de espionaje de la policía bonaerense afirman que “sería inminente ingreso procedente de Chile, y particularmente destino ciudad Mendoza, grupos delincuente subversivos serían cubanos, japoneses y árabes, quienes en su mayoría vendrían con pasaportes otorgados en Chile, con finalidad desarrollar actividades para sabotear Mundial 78, desconociéndose modus operandi”.

También desarrollan que “durante el desarrollo del Mundial se incrementaría el ingreso de estupefacientes al país”. La operación se realizaría “vía Bolivia y sería trasladada a Mar del Plata, para luego ser distribuida al resto del país”.