“Nadie está sembrando nada a la espera de que gane quien garantice la quita de las retenciones al maíz”. Un productor rural del norte de la provincia de Buenos Aires reconoce que las expectativas electorales jugaron en el plano de la inversión rural. Es que antes de la primera vuelta, cuando todas las proyecciones indicaban una victoria cuanto menos holgada del oficialismo, los productores agrarios decidieron frenar la siembra de maíz por diversos motivos: el bajo precio internacional, los altos costos y las retenciones, que están en el orden del 20%.
Esta decisión generó una impresionante reducción del área sembrada. Durante la presente campaña 2015/16 se sembrarían 2,72 millones de hectáreas, una cifra un 20% inferior respecto al ciclo anterior, según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). Sin embargo, luego de los resultados del 25 de octubre, con el posicionamiento de Mauricio Macri en el balotaje con perspectivas de ocupar la presidencia, el campo elevó las proyecciones para los denominados “cultivos tardíos y de segunda ocupación”.
Luego de las elecciones, el precio internacional del maíz repuntó –aunque sigue estando debajo del promedio de los últimos años- combinándose con anuncios que fueron música para los oídos de los productores. “Vemos una importante recuperación del área de maíz, en aproximadamente 10 puntos (entre 300.000 y 500.000 hectáreas más), fruto de la mejora en los precios del cultivo y un evidente cambio en las expectativas de los productores ante anuncios que anticipan la eliminación de los ROEs y retenciones en el cultivo”, señaló Alfredo Paseyro, presidente de la Asociación Semilleros Argentinos (ASA).
Sin embargo, la especulación también comenzó a hacer mella en el resto de la cadena. Como explicó un productor porcino a Política Argentina: “El maíz para que yo preparo el alimento ya lo están vendiendo un 30% más caro, es decir, lo empezaron a cobrar con el dólar más caro”. “La única que queda es stockear porque si siguen así, van a aumentarlo hasta llevarlo al precio internacional”, agregó.
El maíz no fue el único rubro que comenzó a padecer los brotes especulativos. La harina también se vio afectado por la expectativa que generaron los planes devaluatorios, con un incremento en su precio cercano al 50%, según informaron desde la cadena del rubro panificación y pastas. También influyeron otros dos factores de la propuesta de Mauricio Macri: la liberalización del mercado y la quita inmediata de retenciones.