Tras salir del Hotel Alvear, donde se realizó la lujosa fiesta de FUNDALEU, Susana Giménez opinó sobre el caso del médico que mató a un delincuente y continuó en su tradicional línea justificatoria de la portación de armas y la defensa por mano propia:
"Bueno, es la única forma. ¿Qué querés? Si no la defiende la Policía, la gente se tiene que defender sola".
En 2009, tras el asesinato de Gustavo Daniel Lanzavecchia, su florista, la diva había lanzado la famosa frase
"el que mata tiene que morir", por la que es recordada en sus evaluaciones de hechos vinculados a la inseguridad.
Además, fue consultada por el móvil de Desayuno Americano sobre las amenazas recibidas por diversos funcionarios y dirigentes, y curiosamente en principio intentó eludir pronunciarse:
"No es el momento, papito, acabo de comer bárbaro, tomé un poquito de vino", confesó.
Pero luego, ante la insistencia,
afirmó que le parecen "ridículas" y en ese sentido expresó que "hay que apoyar al gobierno porque está haciendo cosas importantes".
También se refirió a las diversas protestas sociales contra el Gobierno de Mauricio Macri y, visiblemente ofuscada, exigió a los manifestantes que "empleen" la democracia.
"Tanto que hablan de la democracia, bueno, que la empleen", disparó.
