La crisis monetaria que derivó en el acuerdo del Gobierno con el FMI y en los desplazamientos de Federico Sturzenegger y Juan José Aranguren, el Consejo Nacional del PRO se reunió para buscar dar una muestra de unidad adentro del partido y de llevar "optimismo" y tranquilidad a los propios.
La reunión que se llevó adelante en el Salón Gaudí del cuarto piso del hotel NH City & Tower tuvo como máximos referentes a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Más atrás en la escala discursiva estuvo Marcos Peña que empieza a ver debilitado su capital político a diferencia de hace un año atrás.
El eje central estuvo en "transmitir optimismo frente a las turbulencias económicas" y "salir a dar el debate político" para empezar a disputarle políticamente a la oposición que se prepara el 2019. De esta forma establecieron "pautas generales" de trabajo de cara al proceso electoral del año próximo.
"No cansarse, no esconderse y dar la cara y explicar lo que hacemos sabiendo que fuimos honestos, consecuentes y coherentes con nuestros los valores y que las respuestas van a llegar, más allá de los momentos difíciles que tenemos que pasar", pidió María Eugenia Vidal sin el mejor de los tonos para que quede claro la importancia de lo que se juega el Gobierno.
En esa línea
la gobernadora sintetizó a los propios funcionarios y dirigentes del PRO que "hoy más que nunca gobernar se resume en dos palabras, estar y hacer". El mensaje para fortalecer la base electoral y contener a los propios llega en un momento de acusaciones cruzadas con Elisa Carrió que amagó con romper Cambiemos tras la despenalización del aborto.
"Hemos tomado decisiones correctas como el financiamiento del FMI, asegurarnos que no vamos a tener necesidades de recurrir a los mercados para financiar nuestro programa de reducción del déficit", reflexionó el titular del PRO Humberto Schiavoni.