Los docentes bonaerenses decretaron un paro de 72 horas para el inicio de las clases tras las vacaciones de invierno, pero
la gobernación de la Provincia dictó la conciliación obligatoria. El
Frente de Unidad Docente, que agrupa a los diferentes sindicatos, analiza por estas horas si acata esta disposición o va a la medida de fuerza.
Después de tres meses sin reuniones paritarias, la Justicia ordenó que el gobierno de
María Eugenia Vidal debía convocar a los maestros para rediscutir el aumento salarial. En la Provincia la paritaria no está cerrada y los docentes recibieron sumas de dinero aisladas, que no se incorporaron al sueldo, a cuenta de futuros aumentos. La útlima oferta había sido del 10% hasta mitad de año, porcentaje que quedó muy atrás del 16% de inflación en el primer semestre.
Llamativamente, en la reunión del lunes,
la gobernación ofreció la misma suma que los maestros habían rechazado en los encuentros previos: un aumento del 15% más un ítem de material didáctico que subió el porcentaje a poco menos del 17%. La propuesta fue rechazada, dado que
los gremios exigieron el 30% con cláusula gatillo.
Ante esta situación,
el Frente de Unidad Docente convocó a un paro con movilización para el lunes, martes y miércoles, por lo que las clases no comenzarían luego de las vacaciones de invierno. Este viernes,
la Gobernación dictó la conciliación obligatoria y los gremios analizan por estas horas si la acatan o no. El caso de Camioneros aparece como antecedente, gremio multado con $809 millones por no acatar una conciliación el año pasado.
El conflicto docente no sólo se concentra en Buenos Aires,
los maestros porteños convocaron un paro de 48 horas para este lunes y martes. Exigen que el Gobierno de la Ciudad los convoque a rediscutir una paritaria cerrada por decreto.
La medida de fuerza también alcanzará a los universitarios la próxima semana, ante el rechazo del 15% de aumento.
