Mientras estalla la interna del macrismo respecto de qué postura tomar frente al pedido de los pedidos de detención y desafuero de
Cristina Fernández de Kirchner y encarnada en los disparos cruzados entre
"Lilita" Carrió y el ministro
Germán Garavano,
se conocieron las declaraciones de los tres nuevos arrepentidos estrella en la causa de los cuadernos del chofer Centeno que exponen burdos errores y hasta contradicciones cruzadas que debilitan la teoría de Claudio Bonadio contra la expresidenta.
Por un lado, tras dejar atrás sus declaraciones en que decía desconocer el origen del dinero que arrojó al convento y modificar sus palabras para ser aceptado como arrepentido por Bonadio por los cuadernos,
José López apuntó contra Fabián Gutiérrez, uno de los exsecretarios de CFK detenidos y luego liberados,
como el entregador de los 9 millones de dólares que el exsecretario de Obras Públicas llevó a la sede religiosa de las monjas hace dos años.
El exsecretario de Obras Públicas del Ministerio de Planificación recordó que, ya fallecido
Néstor Kirchner en 2010 pero antes de la muerte de
Daniel Muñoz (exsecretario del exmandatario),
Gutiérrez lo llamó en 2016 para reunirse con él. Ese encuentro, según la versión de López, se habría llevado a cabo en el Hotel NH Buenos Aires City. El hombre de los bolsos, que además nunca dijo que "el dinero era de Cristina" sino que "creía" que eso era así, mencionó que antes de junio de ese año, Gutiérrez le dijo que debía cambiar de lugar plata, cuyo monto no le indicó.
Y explicó qué habría pasado luego: "El 13 de junio me llamó y me dijo 'hoy es el día'. Me puse paranoico, muy nervioso. Mi mujer no sabía, discutí con ella y se fue de casa. Ese 13 de junio, a las 23, me llamaron diciéndome que estaban llegando, que corte la luz de la casa, que desconecte la alarma de la computadora. Llegaron tres personas, dos en un auto y una en una moto. Bajaron los bolsos, me dijeron que tenía que tirar los tres celulares a los cuales me habían llamado (uno de Santa Cruz, otros de Baires -sic- y uno punto a punto). Me dejaron los dos celulares personales. Les dije que el lugar elegido era el convento de General Rodríguez. Me dijeron que si tenia un arma la lleve por cualquier cosa".
Sin embargo,
llegada la declaración, también aceptado como arrepentido colaborador, de Gutiérrez, la hipótesis de Bonadio para apuntar contra Cristina sostenida en las palabras de López se debilita fuerte.
El exsecretario de Cristina desmintió al ex número dos de Planificación, que lo había señalado como el entregador de los nueve millones de dólares, aseguró que tiene documentos que prueban que no estaba en Buenos Aires en el margen de fechas en que López afirmó haber sido convocado por Gutiérrez y en las que se habría producido el encuentro en el hotel NH, reveló que nunca vio dinero en los bolsos que protaban exfuncionarios y que tampoco hay bóvedas en ninguna de las dos casas de la senadora nacional en el sur.
"Quiero aclarar que lo mencionado por José López en cuanto a que lo habría llamado para mover unos bolsos con dinero (los 9 millones de dólares con los que los detuvieron en el convento) es absolutamente falso así como el encuentro en el hotel NH, siendo que incluso para esas fechas me encontraba fuera de la ciudad de Buenos Aires hacía más de 10 días, circunstancia que habré de acreditar en los próximos días. Pienso que esta falsa acusación de López puede tener relación con aquel episodio que relaté en que lo insulté", explicó Gutiérrez, según declaraciones reveladas por el portal Infobae.
Por otra parte, el exsecretario de CFK descartó las versiones periodísticas que le atribuyeron haber visto plata y fue claro en que jamás vio qué tenían bolsos ni mochilas y que sólo habló de una "percepción" y de comentarios: "
Quiero aclarar que si bien nunca vi el contenido de los bolsos que traían las personas mencionadas, mi percepción y el comentario de los secretarios era que traían recaudación. Vuelvo a remarcar que esto es una conjetura mía basada también en comentarios que se escuchaban. Estas circunstancias también las presenciaba Daniel Álvarez, que luego de todo esto también venía con nosotros en el helicóptero".
El otro elemento tiene que ver con las famosas bóvedas que aparecen en diversas declaraciones.
"Nunca vi bóvedas", dijo abiertamente Gutiérrez, que sólo habló de "lugares" en que se "podría guardar bultos".
"En esa casa yo no vi bóvedas pero existía un lugar bajando las escaleras donde había una puerta placa de color blanca cerrada donde siempre decíamos entre los secretarios que 'ahí estaba la historia', en relación al lugar donde se podría guardar los bultos mencionados. Era el único lugar de esa casa al que yo no tenía acceso, siendo que me desplazaba con absoluta libertad por toda la casa. Lo mismo ocurría en la casa de Río Gallegos donde había un sector contiguo al gimnasio de las mismas características de lo relatado en El Calafate que todos pensábamos que en este lugar también se almacenaban los bultos aludidos", dijo el exsecretario, también según declaraciones a las que habría accedido Infobae.
El tercer arrepentido con errores insólitos empoderado por Bonadio y el fiscal
Carlos Stornelli y levantado por medios es
Danilo Adolfo Penissi, el exempleado de la municipalidad de Río Gallegos que denunció que sectores del kirchnerismo sacaron bolsos de dinero guardados en el mausoleo del expresidente
Néstor Kirchner en 2013. Como publicó El Destape,
en su indagatoria refirió a fechas que no coinciden con datos de la realidad, aludió a meras suposiciones tomadas como verdades y hasta mencionó nombres erróneos.
El primer defecto en las declaraciones de Penissi que difundió Clarín es que
el exempleado habría dicho que empezó a trabajar en la municipalidad de Gallegos en 2000 con Martín Aburto, cuando el nombre real del jefe comunal de aquel entonces es Héctor Fernando Aburto.
Por otra parte,
Penissi además reconoció que no fue testigo del supuesto retiro de bolsos del Mausoleo, sino que se basaba en trascendidos y suposiciones: "Tengo entendido que eran arriba de 40 bolsos y que eso lo manejó Máximo Kirchner y Rudy Ulloa. Ese mismo día, a las 21.30 horas, arribó la Presidenta Cristina Fernández en el Tango 01 desde Buenos Aires, supongo que para supervisar el traslado de dinero".
La equivocación más burda y de imposible explicación lógica es que
Penissi dijo que Aburto le encomendó en 2003 hacer un nuevo edificio de la municipalidad, en el marco de su cargo de jefe del Departamento de Obras Civiles. No obstante, Aburto ya no podría haberle ordenado eso ya que no era intendente en ese momento: dejó su cargo en 2001.
