14.06.2019 / La economía de casa

Por la crisis los argentinos se alimentan peor: lejos de la carne también cae el consumo de pastas secas

En tiempos de crisis el consumo de pastas secas como fideos suele aumentar en las comidas de los argentinos sustituyendo a la carne pero lejos del mito popular el sector también atraviesa una delicada situación por la caída del mercado interno. De ser el sexto país que más consumía en el mundo en 2016 a tocar el nivel más bajo en 2019.

por Leonardo García




Mientras el nivel de consumo de carne bovina alcanza su nivel más bajo desde 1958, la sustitución por carbohidratos como aportan las pastas secas también sufre una dura caída respecto a otros tiempos. El consumo per cápita roza los niveles más bajos y las empresas del sector tienen que buscar nuevos mercados como Chile para poder colocar sus productos.

Esta situación enfrentan las empresas Molinos Río de la Plata, Molinos Tres Arroyos y Complejo Alimenticio San Salvador. En 2018 exportaron un 34% más que en 2017 producto un consumo interno que pasó de ser récord en el 2016 cuando Argentina ocupaba el sexto lugar entre todos los países del mundo a una situación de enfriamiento del mercado local producto de la crisis.

"Un punto muy importante que queremos destacar tiene que ver con la correlación inversamente proporcional que existe entre los períodos de contracción económica y el consumo de pastas. Existe una creencia popular que indica que el consumo de este producto se incrementa en tiempos de crisis", señala el reporte anual de la Industria Fideera Argentina (UIFRA).

Si bien destacan que las pastas secas también caen pero en menor medida que en otros sectores, los datos correspondiente al consumo per capita de los argentinos es alarmante. En 2016 cada habitante de este país era de 9,1 kilos ubicándose entre los seis territorios que más pasta consumían en el globo.

"Hemos decidido incluir información a partir del año 2015 porque es justamente el año a partir del cual contamos con datos fiables de una misma fuente. Seguramente el factor precio ha tenido también un rol importante. Recordemos que los años 2015, 2016 y 2017 fueron críticos en este sentido para el sector. El reacomodamiento ocurrió de forma repentina durante el segundo trimestre de 2018, recuperando el desfasaje de años anteriores y retornando a los valores históricos de la categoría", agregan desde la UIFRA.



En este 2019, Argentina tiene un consumo per cápita de pasas secas y frescas cerca de los 8 kilos y con posibilidad de terminar debajo. Ya lejos quedaría el promedio de los 8,5 kg de 2018 que aún así es mucho menor que los 9 registrados hace dos años. 

"El crecimiento de opciones de menor precio medio también se observa por tipos de pastas. En el último año, sólo logró crecer la variedad de guisos cortos, quienes manejan el precio medio por kilo más bajo de todos los segmentos y lo hizo en todos los niveles excepto en el bajo superior donde fueron los fideos "soperos" los únicos que lograron crecer", comentaron a diario Bae desde la consultora Kantar Worldpanel.

Estos datos arrojaron que en estos últimos cuatro años ganaron muchísimo terreno las marcas de precio bajo conocidas en el mercado como value y que hoy captan el 48% del mercado, relegando a las segundas marcas mientras que las principales etiquetas acaparán sólo el 7%.