16.08.2019 / Frente de Todos

Para el New York Times, “Axel Kicillof puede renovar al kirchnerismo”

Una columna publicada por el reconocido periódico norteamericano consideró el ex ministro de Economía “puede comenzar a cambiar la suerte de una provincia que concentra buena parte de los problemas de la Argentina”. Entre otros puntos, elogió el logró de haber superado a la gobernadora María Eugenia Vidal por 17 puntos “en una campaña austera con Renault Clio manejado por un amigo”.




The New York Times consideró que Kicillof  “puede renovar al kirchnerismo” y propiciar un cambio de giro a través de una potencial gestión “peronista de izquierda” en el territorio bonaerense.

“Junto al casi seguro regreso del peronismo a la presidencia, las elecciones primarias argentinas, conocidas como las PASO, dejaron una sorpresa con nombre y apellido: Axel Kicillof, candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires”, escribió José Natanson para el periódico neoyorquino.

Recalcó que “con más de la mitad del total de los votos, Kicillof logró una diferencia del diecisiete puntos frente a la actual gobernadora, María Eugenia Vidal, quien hasta el momento era la política con mejor imagen del país y la gran esperanza de renovación del macrismo”. “Si el 27 de octubre se confirman estos números, se convertirá en el responsable de gobernar una provincia que, resultado de la organización territorial psicodélica de la Argentina, concentra el 38 por ciento de la población (y un porcentaje aún mayor de los problemas nacionales)”, señaló.

“De ganar, - agregó Natanson - Kicillof podría desarrollar un gobierno progresista en una provincia cuyos últimos gobernadores estuvieron más atentos a su imagen personal que a la vida de sus habitantes”. En el caso ser exitoso, “podría convertirse en la cara de la renovación del kirchnerismo, una fuerza que nunca había encontrado a una figura capaz de expresar su versión izquierdista del peronismo y que al mismo tiempo contara con la popularidad necesaria para ganar elecciones”.

“El meteórico ascenso de Kicillof fue posible, en primer lugar, por una campaña austera, que transcurrió a bordo de un Renault Clio manejado por un amigo y con el acompañamiento de un pequeño equipo de colaboradores y que no cedió ante algunos imperativos de la mercadotecnia política: el candidato se negó, por ejemplo, a exhibir a su familia como un trofeo. En una Argentina hiperpolarizada y acostumbrada a un debate político feroz, Kicillof también evitó los agravios y los golpes bajos”, destacó.

Para terminar, recalcó que “quizás así Kicillof comience a cambiar la suerte de una provincia que concentra —brutalmente exacerbados— buena parte de los problemas de la Argentina, y sea la oportunidad que estaba buscando el peronismo de izquierda”.