04.09.2020 / Coronavirus

Avanza Sputnik V: la vacuna rusa contra el coronavirus tuvo resultados positivos en humanos

Como para empezar a despejar las dudas de los antisoviéticos, se comprobó que la fórmula desarrollada en Rusia para combatir la pandemia no provocó incidentes adversos en los pacientes que la recibieron y genera anticuerpos contra la Covid-19. Así lo publicó la revista científica británica The Lancet. De este modo, hay luz verde para el avance de la investigación.




Como para empezar a despejar las dudas de los antisoviéticos, se comprobó que la fórmula desarrollada en Rusia para combatir la pandemia no provocó incidentes adversos en los pacientes que la recibieron y genera anticuerpos contra la Covid-19, tal como publicó la revista científica británica The Lancet

La publicación científica británica informó que un grupo de pacientes que participó de los estudios clínicos preliminares sobre la vacuna rusa desarrolló una respuesta inmunitaria sin efectos indeseables graves.

El estudio detalla los primeros hallazgos arrojados por dos ensayos clínicos en su fase temprana, en los que participaron 76 personas. Se llevaron a cabo en dos hospitales rusos con adultos de entre 18 y 60 años, que se aislaron tan pronto se registraron para participar en las pruebas clínicas y permanecieron en los centros médicos durante los primeros 28 días.

La vacuna consiste en adenovirus del resfriado humano, modificados genéticamente para incluir las instrucciones para que las células de la persona vacunada fabriquen solo una parte del coronavirus: sus proteínas de la espícula, esas protuberancias que le dan su característica forma de maza medieval. El cuerpo humano entrena sus defensas con esas proteínas ajenas y en principio inofensivas. Es una estrategia similar a la empleada en la vacuna experimental de la empresa china Cansino Biologics y también en la de la compañía estadounidense Johnson & Johnson, que se va a probar con 190 voluntarios en España.

Según The Lancet, el grupo de expertos encontró que dos formulaciones -una congelada y otra liofilizada- de una vacuna que consta de dos partes son "seguras", pues no identificaron reacciones adversas de gravedad en más de 42 días e indujeron respuestas de anticuerpos en todos los participantes en un plazo de 21 días.

Los ensayos fueron realizados con 76 adultos menores de 60 años y en su mayoría hombres jóvenes. Los resultados secundarios de los ensayos (no tan relevantes como los primarios) también llevaron a pensar que las vacunas producen en un plazo de 28 días respuesta de células T, que detectan y mata patógenos invasores o células infectadas.

La formulación congelada está diseñada para su uso a gran escala, mientras que la liofilizada se desarrolla teniendo en mente aquellas regiones de difícil acceso, pues puede almacenarse a temperaturas de entre 2 y 8 grados centígrados.

El estudio explica que la vacuna incluye dos vectores de adenovirus (el llamado "tipo 26 de adenovirus humano recombinante" o rAd26-S y el "tipo 5 de adenovirus humano recominante o rAd5-S), modificados para expresar la "proteína del pico" SARS-CoV-2, herramienta clave que el virus utiliza para invadir las células humanas.

Indica también que en las pruebas se debilitaron los adenovirus a fin de que no se puedan replicar en células humanas y no puedan provocar enfermedades, ya que en general causan habitualmente el resfriado común.

Ese tipo de vectores de adenovirus ya se emplearon en muchos ensayos clínicos de manera segura, según el estudio, que apunta que estas vacunas tienen como objetivo estimular ambos brazos del sistema inmune: los anticuerpos y las repuestas de las células T, de forma que ataquen el virus cuando circule por el organismo y también las células infectadas por el SARS-CoV-2.

Sobre las "limitaciones" del estudio, incluyeron el corto periodo de seguimiento (42 días); que se trate de una investigación "pequeña"; que algunas partes de la primera fase de los ensayos incluya solo a voluntarios varones y que no hubiese placebo.

El epidemiólogo Naor Bar-Zeev, del Centro internacional de Acceso a Vacunas (EE.UU.), ajeno a la investigación, alertó, por su parte, de que todos los candidatos a vacuna deben mostrar "que son seguros y probar una eficacia clínica duradera (que incluya a grupos de mayor riesgo) en ensayos grandes aleatorios antes de que puedan ser utilizados".