La empresa petrolera de bandera YPF consiguió dar un importante paso de cara a, como habitualmente se reclama, mejorar sus números: llegó a un acuerdo con el grupo belga Exmar NV para anular un convenio de licuefacción de gas ruionoso que había firmado el macrismo.
Con la decisión, se ahorrará unos USD 800 millones en los próximos 10 años a cambio del pago de USD 150 millones en cuotas. La firma nacional, así,
se liberó de un contrato celebrado durante el último Gobierno, a cargo de Mauricio Macri, que es considerado el “peor” en toda su historia, según informó Ámbito Financiero.
En concreto, según informó YPF a la Bolsa de Comercio, el acuerdo al que se arribó fue cerrado con las firmas EXMAR Energy Netherlands BV, Exmar Argentina SAU y Exmar NV. A través del mismo, sin reconocer hechos ni derechos, se establece la finalización de los contratos de chárter y servicios de licuefacción de la barcaza licuefactora Tango FLNG, celebrados el 20 de noviembre de 2018.
EL CONTRATO Y POR QUÉ FRACASÓ
La gestión de Cambiemos en YPF suscribió
dos contratos con una subsidiaria holandesa de Exmar para instalar en Bahía Blanca una planta flotante que recibiría gas natural para licuarlo y exportarlo.
Lo que acordaron las autoridades de la compañía de mayoría estatal, a cargo de
Miguel Gutiérrez durante ese período, fue
pagarle a Exmar mensualmente entre 5 y USD 8 millones durante una década por la barcaza. El problema ocurrido es que
el macrismo subestimó varios factores clave para la rentabilidad del negocio.
La Tango FLNG puede procesar 2,5 MMm3 por día de gas y almacenar 16.100 m3 de GNL, aunque el país produce 110 MMm3 diarios. En el sector aseguran que al momento de firmar el contrato los ex directivos de YPF no tuvieron en cuenta que un barco metanero tarda 40 días en carga este tipo de barcazas, y que con esa capacidad, escala y tiempos, el producto final no es competitivo en el mercado.
El precio de break-even del GNL que necesita este proyecto para ser rentable rondaba los USD 10 por millón de BTU. Pero los valores alcanzados por la gestión de Gutiérrez promediaron los USD 3,2 por millón de BTU.
La estimación del macrismo era exportar por USD 200 millones al año, con la ilusión de incrementarlo a los largo de los 10 años de contrato. Pero en el primer año de operaciones solo se vendió GNL por USD 40 millones. Es decir, le erraron por USD 145 millones en el primer año, que fue la pérdida estimada.
Si el contrato con Exmar hubiera continuado, en la compañía reestatizada en 2012 por la gestión de Cristina Fernández de Kirchner se habrían perdido unos USD 800 millones hasta 2029.
Los nuevos directivos de la petrolera, con el CEO Sergio Affronti a la cabeza, iniciaron la revisión, una vez entrada la pandemia del coronavirus, los convenios firmados por los sucesores.
Por la abrupta caída del precio internacional del GNL, YPF decidió interrumpir las operaciones con Exmar y se suspendieron los pagos mensuales establecidos por el ruinoso contrato a 10 años. El grupo belga repudió la decisión y recurrió a los tribunales de Londres para reclamar un resarcimiento.
Luego de varios meses de negociaciones, YPF logró el acuerdo para dar de baja el contrato y que la firma europea desistiera del juicio de escala internacional.
Así, las malas decisiones del macrismo, al firmar un convenio que trasciende a tres mandatos constitucionales, ahora le costarán a la compañía nacional unos USD150 millones en concepto de indemnización.
En la nota enviada a la Bolsa, Santiago Wesenack, responsable de relaciones con el mercado de YPF, informó que Exmar recibirá un primer pago de USD 22 millones. Este monto ya fue dispuesto. Luego irán 18 cuotas mensuales de USD 7 millones por el saldo.
Así, como publicó Ámbito, en la petrolera de bandera están aliviados por haber evitado un juicio mucho más gravoso y celebran haber sepultado para siempre el “peor contrato” firmado en toda su historia.
