La interna de Juntos por el Cambio tiene una particularidad que puede traducirse en un viejo axioma: mucho cacique y poco indio. Es que todos quieren jugar pero presentan la misma duda, no saben si hacerlo en la Ciudad de Buenos Aires o en la Provincia. De esta forma María Eugenia Vidal pasa sus días entre Cariló y Bariloche para definir qué hará con su carrera política en 2021 con los ojos puestos en 2023.
Primero se dejaron mostrar en el balneario Cariló, ahí Mariu se mostró con un típico gorro de verano caminando cerca de la playa acompañada de su novio Enrique Sacco. Una vez finalizada esa primera etapa, viajaron a la Patagonia, más precisamente a Bariloche.
Esta última semana se los vio en el hotel Llao Llao y aprovechando el día para pasear por los paisajes que ofrece la ya fotogénica ciudad argentina.
Tanto Vidal como Sacco están utilizando al máximo estos días para descansar. Por el lado de la ex gobernadora, continuará con la docencia en distintas universidades nacionale
s. Entre marzo y abril deberá tomar una decisión sobre su rol en las elecciones de medio término aunque aún no tiene definido cuál será, es que no sabe si jugar en Provincia o en la Ciudad.
Vidal no descarta ninguna opción y tanto ser candidata como no tener ninguna participación son alternativas posibles.
Sacco también seguirá con su actividad como docente en instituciones educativas y
podría acercarse a la política. En su caso sería en relación al fútbol ya que junto a un grupo de allegados e
staría pensando en presentar un proyecto para las próximas elecciones en Independiente.
Lejos de los grandes números de las encuestas cuando era gobernadora de la Provincia,
Vidal duda en ir por la revancha y quiere el lugar de Horacio Rodríguez Larreta para el cual ya se anotó el radical Martín Lousteau en un supuesto acuerdo entre el actual alcalde porteño y el histórico armador Enrique "Coti" Nosiglia.