17.04.2021 / Opinión

Hagamos que los cuidados sean ley

Una iniciativa parlamentaria busca regular la actividad de las personas que trabajan de cuidadores/as domiciliarios/as, al igual que la prestación de servicios de atención socio-sanitaria; reconocer, jerarquizar y promover la profesionalización de la actividad.

por Mónica Macha *




Para que alguien pueda hacer su trabajo, otra persona debe ocuparse de cuidar a su madre o padre o abuelos que no están en condiciones de quedarse solos. La escena es conocida. Es una escena que de una u otra forma todxs hemos vivido. Ese cuidado cotidiano, esa tarea domiciliaria, esa asistencia sanitaria, ese vínculo cercano de confianza, es el trabajo que miles de cuidadores hacen todos los días en nuestro país.

Un trabajo precarizado, sin regulación, donde hay especulación y desamparo. Es paradójico (o no tanto porque ya sabemos de los mecanismos del capitalismo), pero ese trabajo vital y crucial para los esquemas familiares, para que el mundo pueda moverse mientras otrxs se encargan de los cuidados, ese trabajo que es la base que hace posible todo lo demás, es un trabajo invisible, naturalizado y con fuertes grados de informalidad. Si existiese algún tipo de lógica humana debería ser de las tareas más protegidas por el valor que tienen en nuestra vida social y familiar.

Por eso hemos presentado una vez más un proyecto de ley de Régimen laboral de las personas que ejercen la actividad de cuidado domiciliario y/o polivalentes. Este proyecto no nació de ningún despacho iluminado ni es la cruzada individual de una legisladora, es la propuesta y construcción que hemos redactado con las queridas compañeras de la Organización de Cuidadores Domiciliarios de Argentina (OCDA).



Ayer volvimos a presentar el proyecto porque había perdido estado parlamentario y tuvimos un encuentro virtual con 150 cuidadores domiciliarios de todo el país, de distintas organizaciones, reunidos y nucleados bajo una misma consiga: tener una ley que regule, fortalezca y formalice su trabajo.

El proyecto de ley busca regular la actividad de las personas que trabajan de cuidadores/as domiciliarios/as, regular la prestación de servicios de atención socio-sanitaria; reconocer, jerarquizar y promover la profesionalización de la actividad de cuidadores/as, la formalización de servicios y una mejor calidad de vida a población destinataria de los cuidados y a trabajadores/as. 

Ha sido construido y redactado a partir de la experiencia de las compañeras cuidadoras. A partir de sus recorridos, sus itinerarios, sus problemas, sus organizaciones, su conocimiento y su necesidad. Este proyecto es el resultado, es el fruto, de un enorme grupo de mujeres que ponen el cuerpo todos los días.

Hay punto clave sobre el proyecto y es poder ubicar y diferencias dentro de la agenda de cuidados los trabajos domésticos, de empleadas de casas particulares, y los trabajos de cuidados domiciliarios a personas con problemas de salud. Sobre este último grupo es que se concentra el proyecto de ley.

A menudo hablamos de compañeras, aunque también haya varones cuidadores porque sabemos que es una profesión con un altísimo grado de feminización. Y este punto es crucial porque encadena distintas desigualdades. Ya no solo laborales, ya no solo de clase sino también el énfasis de la desigualdad de género. Somos las mujeres las que cuidamos para que toda la economía mundial se lleve adelante.

Las cuidadoras domiciliarias están a la intemperie social. En términos de derechos laborales se encuentran en una situación pre peronista. Así de crítica y frágil es su estado y su reconocimiento laboral. Estamos luchando para algo que si se lo ve con perspectiva es alarmante que como sociedad ya no contemos con una ley que le de fuerza al conjunto de trabajadoras.

Sin seguridad social, aportes jubilatorios, obra social, sin registro laboral, capacitaciones o formaciones, sin sindicatos, sin vacaciones, sin horarios regulados, sin tarifas de referencia. Ya sabemos que lo que no regula el Estado lo regula la crueldad del mercado. Se mercantiliza el trabajo, su condición esencial para a ser un servicio con el cual especulan quienes lo contratan a partir de un poder desigual y una escena de dominación.

Un proyecto similar presentamos en 2019. Por esa época el gobierno macrista y su control sobre el congreso bloqueó, como no podía ser de otra manera, el avance de esta iniciativa. Con la victoria de nuestro gobierno popular esperábamos que fuera un tema central de agenda, pero la pandemia mundial cambió todo. Nos concentramos desde entonces en proyectos de ley que atendieran la necesidad sanitaria de esta tragedia que estamos atravesando para dotar al ejecutivo de todas las herramientas necesarias para enfrentar la gestión de la pandemia.

Insistir es parte de nuestra tarea. Volver una y otra vez sobre nuestros temas, nuestros derechos y las victorias pendientes. Nos orienta concretar la ley como una herramienta de fortalecimiento de miles y miles de compañeras. Sabemos que la unidad y la organización son los métodos para conseguirlo. Algo que hemos aprendido desde el transfemismo, ocupar todos los espacios para hacer de los cuidados un tema de agenda pública para que sea ley. Apostamos a que haya una mirada crítica sobre los procesos de cuidados y ubicar la importancia permanente que tienen en nuestras vidas. Mientras tanto, hagamos de los cuidados una lucha impostergable.


* Diputada nacional del Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires