La fiscal Gabriela Baigun a cargo de la causa Qunitas pidió este martes el sobreseimiento de los 18 imputados, entre los que se encuentran el actual ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, y el interventor de Yacimiento Carbonífero Río Turbio (YCRT), Aníbal Fernández, luego de que los resultados de las pericias arrojaran la inexistencia de "perjuicio" contra el Estado.
La denuncia había sido presentada en 2015 por la dirigente de Juntos por el Cambio Graciela Ocaña y tramitada bajo la instrucción del juez fallecido Claudio Bonadio.
En aquella oportunidad las acusaciones giraron en torno a los precios y la calidad del kit de asistencia, por lo que el magistrado ordenó una pericia, con la particularidad de que los expertos debían reunirse en su juzgado.
Sin embargo, las primeras conclusiones fueron contrarias a la acusación, motivo por el cual Bonadio frenó su curso con el argumento de que había personas que no estaban notificadas.
Años más tarde, el expediente pasó al Tribunal Oral Federal 1, quien ordenó retomar las pesquisas. Así el estudio de 96 páginas y un anexo firmado por los siete peritos (oficiales y designados por los imputados) derribaron las coartarda de Ocaña de manera unánime.
QUÉ ENCONTRARON LAS PERICIAS
Estos son algunos de los tramos se detalló que:
* ”El objetivo del Plan era brindar un comienzo de la vida equitativa”.
* ”Un punto clave fue reducir la cantidad de muertes por asfixia causada por el colecho (dormir con los padres), 28,3 muertes cada 1.000 nacimientos, por lo tanto lo sustancial fue el moisés”.
* ”En general, se observa que los kits cumplen con el objetivo para el que fueron diseñados”.
* ”El moisés no tiene la terminación esperable”. La pericia menciona que en la muestra de kits que se estudiaron, tomada al azar, se encontraron defectos de pintura, de encastre, que no cambiaban la utilidad del kit, pero que debían mejorarse. “Si bien estos defectos no afectan la funcionalidad del kit, deterioran su presentación y calidad”, señala el texto.
En relación a los "sobreprecios", los peritos señalaron (también de manera unánime) que era imposible determinar un precio de referencia porque no existía un kit igual en el mercado para hacer una comparación en forma directa.
Sin embargo encararon una sumatoria de cada producto por separado, pero alertando que era muy difícil establecer los costos organizativos, impositivos y financieros del conjunto. El resultado fue que las ofertas que se presentaron no difirieron mucho y no llegaron a cubrir la licitación: se buscaron 150.000 kits y las empresas ofertaron por cerca de 140.000.