El Papa Francisco brindó una entrevista en el Vaticano donde enterró todos los rumores que la prensa italiana difundió la última semana acerca de una posible renuncia al cargo cuando se están por cumplir nueve años de su máxima asunción. Lejos de Argentina, habló sobre como toman sus palabras en el país para buscar un guiño político a uno u otro espacio.
"Me dijeron que la semana pasada estuvo de moda eso. Eva [Fernández] me dijo eso, incluso me lo dijo con una expresión argentina muy linda, y yo le dije que no tenía idea porque yo leo un solo diario acá en la mañana, el diario de Roma.
Lo leo porque me gusta el modo de titular que tiene, lo leo rápido y punto, no entro en el juego. Televisión no veo", comenzó explicando sobre como tomó los rumores.
En ese sentido contó que
"recibo, sí, el informe más o menos de las noticias del día, pero de eso me enteré mucho después, algunos días después, que había una cosa de que yo renunciaba. Siempre que un Papa está enfermo corre brisa o huracán de cónclave".
Consultado sobre si se había terminado la etapa en donde se buscaba interpretar en clave de política argentina sus dichos globales o interpretaciones del Evangelio, el Papa respondió:
"El peligro siempre está. Una palabra puede ser interpretada de un lado o de otro, ¿no es cierto? Eso son cosas que suceden. Y qué sé yo… ¡Yo no sé de dónde han sacado la semana pasada que yo iba a presentar mi renuncia! ¿Qué palabra habrán tomado en mi patria? De ahí salió la noticia".
En ese sentido continuó: "
Y dicen que fue un revuelo, cuando a mí ni se me pasó por la cabeza. Delante de interpretaciones que nacen un poco distorsionadas de alguna palabra mía yo me callo, porque aclarar es peor".
Por último habló sobre su relación con la Patria, ya que desde aquel marzo del 2013 jamás regresó a su país.
"La nostalgia mía trato que no sea de tipo melancólico, otoñal, aunque una cosa linda del otoño argentino, de Buenos Aires, eran los días nublados, de mucha niebla, donde no se veía a diez metros desde la ventana, y yo escuchando a Piazzola. Eso sí un poco lo extraño, pero Roma tiene sus días de niebla también. Nostalgia, no.
Ganas de ir de una parroquia a otra caminando, sí; pero nostalgia, no".