Esta mañana continúa el juicio oral por presuntas irregularidades en la adjudicación de obra pública nacional en Santa Cruz entre 2003 y 2015: declara como testigo el actual titular de la Cámara de Diputados, Sergio Tomás Massa.
El testimonio fue pedido por la defensa de la expresidenta
Cristina Fernández de Kirchner, principal acusada en el expediente, porque Massa fue jefe de Gabinete en durante poco más de un año de su primer mandato de gobierno. Según se prevé, será por videoconferencia a través de la plataforma Zoom, informaron fuentes judiciales.
Su convocatoria forma parte de la citación hecha por el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 a los exjefes de Gabinete de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, a pedido del abogado de la actual vicepresidenta, Carlos Beraldi.
Según se anunció el martes al final de la audiencia en la que declaró el presidente Alberto Fernández, quien también fue jefe de Gabinete,
el testimonio de Massa comienza a las 9.30 en el debate que se realiza de manera semipresencial. En la sala de audiencias de la planta baja de los tribunales de Retiro se encuentran los tres jueces del Tribunal
Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, además del polémico fiscal
Diego Luciani.
De manera remota preguntarán las partes y el interrogatorio será iniciado por Beraldi, ya que fue quien requirió el testimonio de los ex jefes de Gabinete.
El martes declaró el jefe de Estado, quien optó por ir en persona a los tribunales federales de Retiro en una audiencia que duró casi tres horas. Tras el reinicio del debate oral tras la feria judicial de enero,
ya se presentaron como testigos otros ex jefes de Gabinete de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, como el actual ministro de Seguridad Aníbal Fernández, Juan Manuel Abal Medina y el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich.
En las audiencias del juicio que se llevaron a cabo hasta el momento en el juicio oral la acusación no pega una en su idea de encontrar sobreprecios, obras inconclusas y, mucho menos, vínculos o cualquier tipo de relación entre el proceso de obra y Presidencia de la Nación. Ni los testigos llamados por Fiscalía y querellas benefician su búsqueda.
La acusación versa que le dieron demasiadas obras a Santa Cruz y que, de los 81 tramos de rutas, 51 recayeron en empresas propiedad de
Lázaro Báez. Entre esos 51 trabajos, algunos fueron a ese empresario en su totalidad y otros como socio. Argumentaron que las construcciones no se hicieron o que se hicieron mal.
Esta última hopótesis, que las obras no se hicieron o se hicieron mal, quedaron descartados tras una auditoría de Vialidad Nacional, cuando ese organismo ya estaba en manos del macrismo conducido por el ultramacrista Javier Iguacel. También se determinó que entre lo pagado y lo construido había sólo un 0,01% de diferencia. La conclusión del informe señaló que los trabajos se realizaron de la manera correspondiente y que las demoras eran las habituales en todo el país.
La incógnita que les restaría definir es si Cristina favoreció a Báez, cosa de la que hasta ahora no surgió ni un indicio en el juicio, adjudicando más obras de las debidas a Santa Cruz y direccionándolas hacia Austral Construcciones o alguna de las empresas de Báez. Quienes conocen el tema saben que entre la ex presidenta y el empresario la relación era mala.