15.07.2022 / Polémico

"Los velorios me parecen divertidos": la frase de Carrió para volver a pronosticar el fin del peronismo

La líder de la Coalición Cívica dio una clase acompañada por Quintana y Lombardi, diputado ultra macrista. Habló de "anarquía" para criticar al Gobierno y hasta mencionó una "renuncia" del Presidente. Sugirió un futuro con dolor y una oposición que debe compartir "espíritu". Chicana a Milei.




La oposición en la Argentina, que mayoritariamente está concentrada en una sola coalición que es Juntos por el Cambio, empieza a volver a repetir la predicción fallida que nació hace más de 60 años pero que se encargó de recrear desde 2016: el final o, sin metáforas, la "muerte" del peronismo. 

En esta oportunidad, Elisa Carrió, la líder de la Coalición Cívica, se convirtió en la vocera de la predicción que ya falló en el pasado. "Está pudiendo renunciar el Presidente en estos días, porque ella finalmente lo volteó. Pueden estar ella o Massa. Hoy se está cayendo, como lo dije hace dos semanas, un gobierno entero y el propio peronismo. Y esto significa una situación anárquica", dijo la ex diputada nacional en el marco de una clase que brindó en el Hannah Arendt, el instituto "think tank" de la CC.

Lo hizo acompañada por Mario Quintana, su amigo y ex funcionario de Mauricio Macri, y el diputado nacional ultra PRO Hernán Lombardi. Para terminar la costura de lo que ya presentó con la anterior frase, Carrió completó, sin dejar la "diversión" pese a "lo terrible, en tono risueño: "Por eso los velorios me parecen divertidos. Porque es como que vamos a asistir a una muerte, no vamos a poder evitar el dolor, pero podemos evitar el sufrimiento con la fe. Vamos a enfrentar momentos terribles y va haber oscuridad".

Cabe recordarse que la "muerte" del peronismo fue un concepto que comenzó con el golpe de Estado de la "Revolución Libertadora", que luego continuó durante la última dictadura militar y que retomó Cambiemos, aquel era su nombre, en 2016, cuando tras derrotar al peronismo inició el discurso de la "pesada herencia" para anunciar los ajustes que realizaría, los cuales generarían "dolor" para luego llevar a la Argentina a la "luz" y la "lluvia de inversiones" del "segundo semestre". Nada pasó. 

"¿Estamos quebrados? Sí. ¿Se va a licuar toda la Argentina? Sí. ¿Tengo bronca? Sí. ¿Me sirven la indignación y la bronca? No. Y va a haber mucha bronca e ira", fue preguntando y respondiéndose "Lilita" para enmarcar ese discurso que cumple muchos años, según crónicas de Perfil y El Destape. Y siguió: "¿Vamos a pasar? Sí. ¿Va a ser durísimo? Sí. ¿De dónde vendrá ese salto de conciencia (para evitar la ira)? No lo sé". 

En ese punto, Carrió empezó a mechar su mirada sobre el peronismo y su final con aquello que la oposición, sin ocultar sus internas, debería hacer. "Vamos a tener la fortaleza y la paciencia para atravesar el muro sin que nos atropellen. El que tenga ira va a estar en la violencia. En consecuencia, toda libertad, todo acto de resistencia o reclamo debe ser profundamente no violento. Porque en la violencia nos llenamos nuevamente de errores imperdonables", dijo, en un tono menos bélico que el de otros referentes del PRO, como Patricia Bullrich y otros, que rozan la violencia.

"O nos quedamos en la oscuridad o salimos a la luz. Se trata de estar unidos en un mismo espíritu, aunque sean diferentes las ideas. No hay unidad sin concordia. En la Argentina vamos a unir la espiritualidad (los que se arrepientan). Podemos volar todos por el aire, pero tenemos que perdonarnos para ver con claridad", insistió la dirigente.


CRISTINA, MILEI Y SU HIJO

"Lilita" también dedicó unos pasajes a la vicepresidenta Cristina Kirchner, como siempre, y aclaró que su mensaje no lo emite "desde la política que cobra cuatro millones de pesos por mes" ni de "alguien que no vivió las escuchas, las amenazas, las balas y la persecución durante treinta años, solo por decir la verdad".

En ese punto, afirmó que "si hoy mismo Cristina se arrepintiera y devolviera lo robado, podría no ser presidente, pero podría obtener redención", ya que "se trata de perdonarse y perdonar, no es sólo una cuestión política".

Luego, sin mencionarla, chicaneó a Javier Milei, diputado de La Libertad Avanza, al agregar que no habla "desde la comodidad de la casta política" sino que le habla a su audiencia "desde alguien que se volvió pobre y tuvo que entregar lo que tenía".

"No hay que victimizarse, no somos víctimas. Que toda manifestación que va a venir sea con luces, en silencio (porque es ensordecedor) y sea en libertad", dijo.

También dedicó un fragmento a hablar de su hijo Enrique, radicado en México hace años. "Se los digo porque tengo un hijo amado que me dice 'no vuelvo más a la Argentina que tanto te hirió'. Tal vez, si nos amamos profundamente, muchos hijos heridos afuera puedan volver a un país amado que los desterró por un tiempo, pero no definitivamente", aseguró.