
Los incendios en el Delta, que
Política Argentina contó y desarrolló pormenorizadamente
acá, no sólo provocaron el importante daño en humedales, flora y fauna local, sino que también generaron a nivel político fuertes cruces entre autoridades nacional y de la provincia de Entre Ríos.
Es el caso del
intercambio que, en las últimas horas, protagonizaron el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Juan Cabandié, y el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, luego de que ayer se detectara un nuevo foco ígneo que luego fue controlado y que el funcionario del gobierno nacional exigiera respuestas a la provincia mesopotámica.
"Pedimos a la provincia de Entre Ríos que arbitre los medios para prevenir nuevos focos ígneos intencionales", tuiteó Cabandié ayer, en relación al foco intencional que, "luego de 3 horas de trabajo con 13 brigadistas", el SNMF pudiera controlar.
La respuesta le llegó un día después pero en forma explosiva a Cabandié y de parte de propio gobernador Bordet.
"El ministro de Ambiente debería hablar menos y trabajar más", arranca el hilo del mandatario provincial, de buena relación con el presidente Alberto Fernández.
Pero aunque esa parte ya parezca dura, lo que sigue es peor. "Además de no conocer en absoluto la realidad del Delta, se ha dedicado todo este tiempo a evadir responsabilidades y distribuir culpas que no contribuyen a encontrar soluciones", advirtió el gobernador entrerriano.
Luego, recordó que "con la coordinación de las provincias y la Nación, bomberos, policías, rescatistas y fuerzas armadas trabajan a contrarreloj para prevenir y sofocar los incendios en condiciones muy complejas".
Y concluyó Bordet pidiendo de forma velada que echen a Cabandié:
"Sería muy importante contar con un ministro que esté a la altura de las circunstancias".