Los estadounidenses votaron este martes por las elecciones de medio termino para conformar un nuevo Congreso y, pese a que el recuento está lejos de concluir, ese nuevo Parlamento parece que no materializará la "ola gigantesca" roja de los republicanos que Donald Trump y algunas encuestas pronosticaban y por ahora hay alivio en los demócratas que lidera el presidente Joe Biden.
En cambio, tal como consignó Télam, el veredicto es más claro en las carreras por los gobernadores de los estados republicanos, como en Texas con el promotor de políticas migratorias duras
Greg Abbott, o con la paliza electoral de la estrella emergente
Ron DeSantis en Florida, que lo coloca como eventual candidato a la Casa Blanca en 2024 y así rival directo interno del expresidente Trump.
Pero no fue solamente el ex mandatario y magnate quien, desde el republicanismo, cantaba victoria antes de tiempo. También el líder de esa bancada en la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos,
Kevin McCarthy, hablaba de un éxito seguro y arrasador, e incluso pronosticó anoche que esta mañana los estadounidenses amanecerían "con una mayoría" clara.
No pasó:
esta mañana aún quedan por definir cinco bancas en el Senado y unas decenas en la cámara baja.
En el primer caso el escrutinio parcial arroja que se sostendría el
empate 50-50 que beneficia a los demócratas de Biden por el desempate que tiene en su poder la vicepresidenta Kamala Harris.
En la segunda Cámara, la oposición republicana aúncree que puede dar vuelta el pleno y quedarse con el control, pero ya el margen no podrá ser el que vaticinaban.
Es que si el presidente Biden perdiera una de las cámaras, su margen de maniobra se disiparía. Dependería de negociaciones con republicanos que vienen prometiendo, con discursos ultraradicalizados y centenas de nuevos legisladores que desconocieron los comicios de 202, usar todas las armas parlamentarias: investigaciones, incluso sobre su hijo Hunter Biden, y bloqueo presupuestario.
Pero en cambio, como muchos pronosticaban, si perdía el control de las dos, quedaba hipotecada una posible candidatura en 2024, que de por sí está en duda ya que Biden va camino a cumplir 80 años. Este escenario parece que no sucederá.
SENADO
En 2020, cuando Biden le ganó a Trump y frustró la reelección de lo que hoy se configura como el bloque planetario de derecha que no logra gobernar dos mandatos seguidos, la Cámara Alta estaba dominada por un empate 50-50, que habilitaba a la vicepresidenta demócrata Harris a votar cada vez que la bancada oficialista votaba sin fisuras, cosa que no siempre pasó.
Dado este empate y ese contexto, los republicanos consideraban que con un triunfo contundente podrían dar vuelta al menos una banca y recuperar el control de la cámara.
Lo concreto arroja que el republicano Adam Laxalt, ex fiscal general de Nevada, podía quedarse con la banca que estaba defendiendo la demócrata Catherine Cortez Masto.
Como precisaron agencias internacionales, Laxalt es ejemplo claro de un miembro de la política tradicional que abrazó el discurso violento de Trump, lo que le ganó el apoyo del ex mandatario durante la campaña.
Además adelantó cuál será su posición cuando llegue a Washington: los republicanos "no pueden negociar con" los demócratas, según recordó el canal de noticias ABC.
Pero aunque la oposición parece que dará vuelta la banca de Nevada, perdió el escaño de Pensilvania, donde su senador se jubiló y el ex vicegobernador demócrata John Fetterman logró imponerse por sobre otro fuerte aliado de Trump, Mehmet Oz. Esta fue la victoria que el oficialismo festejó con más fuerza anoche y la que le permitió respirar un poco más tranquila, confiada de que, si no hay sorpresas en Alaska, Georgia, Wisconsin y Arizona, la relación de fuerzas no cambiará en el Senado para la segunda mitad del Gobierno de Biden.
REPRESENTANTES
Nada está claro en cuanto a resultado final, pero sí parece que no habrá arrase republicano. Restan definirse unas 60 bancas, por lo que ninguno de los dos partidos sabe realmente quién alcanzará la mayoría de 218 escaños, necesarios para controlar el pleno.
Anoche, cuando el líder republicano se esforzaba por mantener su optimismo, la presidenta de cámara, la demócrata Nancy Pelosi, pedía calma y destacaba que el oficialismo había hecho mejor elección de lo que se esperaba, pronóstico que a esta hora ningún medio internacional contradice.
"Mientras muchas elecciones aún no se han definido, está claro que los miembros y candidatos demócratas de la cámara están superando a lo largo y ancho del país las expectativas que se tenían", dijo.
El oficialismo demócrata mantiene desde 2020 una ajustada mayoría de 220 congresistas frente a los 212 de los republicanos. Es tradición en EEUU que los oficialismos, sea cual fuere, pierda varias bancas en las elecciones de medio mandato y nadie duda que eso suceda esta vez. Además, las complicaciones económicas que azotan al mundo también pegan en el país del norte y la imagen de la gestión demócrata está deteriorada por esa condición.
Así, la expectativa era que la oposición republicana iba a recuperar el control del pleno sin problemas, pero ahora parece que la "ola roja" republicana no será tan grande como se esperaba y el final está abierto. Resta conocer que pasará en distritos diseminados en todo el país, como Virginia y Kansas, pero también estados como Nueva York y California.