Por primera vez desde su salida del Gabinete, el ex ministro de Economía
Martín Guzmán volvió a dar declaraciones este viernes y aseguró que con
Cristina Fernández de Kirchner "gestionar era una hazaña", al describir las trabas que la vicepresidenta le puso en su paso por el Palacio de Hacienda. Además, consideró que el diputado
Máximo Kirchner “actuó como un chico caprichoso” y que su actitud "le sale cara al país".
"Hay un balde de mierda y otro balde de mierda, y el ministro tiene que meter la mano en uno de los baldes de mierda y eso es lo que hay. Le debíamos 45.000 millones de dólares al FMI. ¿Cuáles eran las alternativas? O llegar a un acuerdo para refinanciar, o hacer el default", lanzó Guzmán durante una entrevista para Neura Media, sus primeras declaraciones luego de haber presentado su renuncia el 2 de julio último.
El ex ministro de Economía retomó la esfera pública con fuertes críticas al kirchnerismo al que acusó de no haberle dejado gestionar. “Máximo Kirchner y su espacio pedían de forma publica que yo saliera de su gobierno y, además, planteaban cuestiones que eran falsas como decir que estaba habiendo un ajuste fijate la situación que se está viviendo hoy donde se dice que hubo una política demasiado expansiva, cuando yo estaba en la gestión decían que era ajuste”.
En ese sentido señaló que
“se actúa de una forma caprichosa y eso a la Argentina le sale caro”.
“Máximo actuó como un chico caprichoso que pide algo que es imposible, en su momento pedía un acuerdo a 40 años con el FMI, es algo que no es posible”, lanzó Guzmán y señaló que “eso le generó un costo a la Argentina” .
Y agregó: “Ahora el problema también es que la vicepresidenta, que es su madre, le da poder a alguien que no está capacitado para ejercerlo de una forma responsable".
“Donde hay un punto de quiebre en la dinámica de la gestión es unos días antes del acuerdo con FMI.
Cuatro días antes del acuerdo se cortan todas las líneas de comunicación conmigo. No me atendía, o el secretario tampoco me atendía, la gente de su entorno con la que venía hablando. Entonces mandaba la información directamente por mensaje a alguien clave de su entorno".
"Nunca más hablé desde ese momento. Faltaban cuatro días para acuerdo o default. En ese momento Alberto gobernó, él sí condujo. En ese momento Cristina se corrió y eso tuvo implicancias para toda la gestión que vino a posteriori", señaló.
Al respecto explicó que "
cuando conducís una negociación internacional no solamente importa lo que construís en el diálogo de la política exterior, sino también importa la dinámica política interna. Si los bonistas ven que el propio sistema político no da señales de que si es necesario vas a hacer un default, la tenés mucho más complicada".
Y admitió que "en un momento crítico hubo un rol constructivo que ayudó a la Argentina.
Cuando Cristina juega a favor tiene un enorme potencial, cuando juega en contra también tiene mucha potencia".
En esa línea, recordó el rol de la vicepresidenta en la renegociación con los acreedores privados. "Cristina en la negociación con los acreedores privados fue de una ayuda muy importante y decisiva. Y en un momento tuvo un rol para ordenar lo que se daba a nivel político, y eso me ayudó mucho a poder llegar a un acuerdo y que nos dejaran de mover los bonistas", destacó y remarcó que "en la negociación con el FMI fue diferente”.
"Si el FMI nos hubiese puesto en un lugar como era el del gobierno anterior, la verdad es que hubiese preferido el no acuerdo. El default era ajuste. En el Congreso, La Cámpora votó un ajuste. Entre el default y el acuerdo, un acuerdo que si lo hubiese conducido Cristina Kirchner hubiese llenado la Plaza de Mayo con pancartas diciendo: 'Le torcimos el brazo al FMI'. Un acuerdo que no tiene precedentes en la historia", enfatizó.
Y volvió a remarcar: “
Cuando se da esta situación entre nuestro frente y votar en contra del acuerdo con el FMI, toda la gestión queda afectada. Le daba instrucciones a funcionarios que dependían de mi propia área y me decían: 'Bueno' y no lo hacían. Pasó principalmente en la política energética".
Al finalizar
Guzmán afirmó que no se retiró de la política y aseguró que sigue "pensando y trabajando para poder construir una Argentina más fuerte, con más oportunidades, más equitativa, una Argentina que progrese".