31.12.2022 / Anuario de Juntos por el Cambio

Halcones, palomas, "gorilas" y correligionarios en JXC: fuego interno, falta de liderazgo y posibles alianzas 2023

De la "mesura" de porteña hasta los coqueteos amarillos con pelucas libertarias pasando por posiciones neurológicas racionales, cuestionamientos con sellos de Gobernación y fuego amigo cívico, la alianza JXC sobrevivió al año más intenso desde que son oposición. “Segundo tiempo y para qué” también: incursiones lingüísticas como lagunas descubiertas que no dicen nada. ¿O sí?

por Walter Sosa



El 2022 terminó para la oposición. Un diagnóstico simple: pudieron mantenerse unidos y más por errores ajenos que por méritos propios se posicionan para 2023, pero a qué costo o con qué complejidades es la pregunta que los atraviesa, además de con qué liderazgos y candidaturas.

Por un lado el PRO, que profundizó su pelea y al fuego que no supieron construir se le agrega la chance de cerrar con Javier Milei. La discordia la encabezan el jefe de Gobierno de CABA, Horacio Rodríguez Larreta, y la presidenta del PRO, Patricia Bullrich.

Gestión e institución. Halcones o Palomas. Vencedores o vencidos. El sello de legitimidad, curiosamente, tal vez venga por la pluma de Mauricio Macri, quien en su segundo libro planteó la necesidad de un programa más austero y radicalizado si llegan a ser gobierno sin descartar su propia candidatura. Del vamos por todo al vienen por todo y no hablamos de María Eugenia Vidal (ni hablaremos). 

Es que la pelea amarilla se traslada a los demás niveles de gobierno y en el mejunje de las rosas las cosas se ponen más pesaditas y complejas. En provincia de Buenos Aires, por ejemplo, las ganas las concentran Diego Santilli, Cristian Ritondo, Néstor Grindetti, Joaquín de la Torre y Javier Iguacel. Varios jugadores quieren ponerse la camiseta. Todos creen que pueden ganar, pero lugar hay para uno solo.



Si hablamos de la Unión Cívica Radical, la cosa puede que esté más sana pero no por ello más simple. Dos presidenciales: el gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, y el neurólogo diputado nacional Facundo Manes. Y los nombres proliferan a medida que avanzamos por las provincias y distritos, con el panorama correligionario más ordenado en CABA, donde Martín Lousteau quiere su boleta frente a el o la aspirante amarilla.


"COMPETITIVIDAD REPUBLICANA"

Desde Córdoba, el vicepresidente del PRO, Oscar Agost, habló con Política Argentina y dio indicios de lo que pasó y lo que viene. Consideró que si bien hay muchas lecturas posibles, el diagnóstico de hecho es que la oposición se mantuvo unida por primera vez desde el regreso de la democracia.

“No es algo automático ni sensible. Ante un oficialismo que te hace un Vicentín en dos minutos, necesitamos una oposición fuerte”, recalcó.

En ese tren, también dejó un mensaje para los amigos de hoy pero que también tiene resonancia en la discusión interna: “Una unidad que no es solamente por el PRO sino también con el radicalismo o el peronismo federal”.

“Hay cosas que al Gobierno no se les puede dejar pasar, sobre todo si pone en riesgo el espíritu republicano y van en contra de los intereses de la mayoría de los argentinos”, dijo.

Sin embargo, en esa "apertura" de puerta dejó en claro que tienen límites: “Dentro del PRO a nivel nacional tenemos el espectro político desde el centro a la derecha, muchísimos candidatos. Sabemos que a la izquierda no podemos ir”.

Muchos compensan la falta de liderazgo con la diversidad de perfiles que brindan mayor competitividad electoral. Sin embargo, el desafío en el que coindicen, principalmente en off the record, es que habrá que sortear el hecho de que esa "competitividad" sin liderazgos marcados no derive en una guerra sin retorno.


UN CORRELIGIONARIO ORTODOXO

Algo más pesimista, preocupado y sin pelos en la lengua a la hora de propiciar una potencial ruptura, Jorge Sappia, el histórico dirigente radical, quien estuvo a cargo de la Convención UCR que en Gualeguaychú cerró – pese a sus, insistimos, intenciones reales – la alianza con el PRO, consideró que el balance del año que termina en relación a la actuación de la oposición ha sido "deficitario”.



“Es notoriamente deficitario porque se ha intentado voluntariamente o porque no se advirtió, se ha intentado profundizar la grieta y no ha habido desde la oposición una política de propuestas concretas para emerger de la crisis”, señala poniendo distancias con aquellos correligionarios que piensan o dicen pensar como Larreta o Bullrich.

A los ojos de Sappia, “la oposición no ha realizado o no ha cumplido con su deber de proponer soluciones”. “En eso, de algún modo, hay reconocer que si bien es menor, una cuota de responsabilidad le toca a mi partido”, sostuvo, tirándole el peso mayor de las cosas a los socios amarillos.

“Para el año que viene el radicalismo tiene que intentar crecer y para ello tiene que provocar un debate de ideas y proyectos y lograr una visibilidad que no tiene hoy por lograr un protagonismo del que carece. Hay que actuar con grandeza y dedicación”, dice.

E insiste:  “A mí no me atrae la sociedad con el PRO dentro de Juntos por el Cambio porque su ideología tiene muy poco que ver con la UCR. No tenemos nada que ver con un partido neoliberal y las vicisitudes del PRO me tienen ajeno pero aquellos que mantienen la necesidad de estar con el macrismo le hace daño esta interna”.

Ante la consulta de cómo vería una potencial sociedad con libertarios como Javier Milei a nivel nacional o José Luis Espert en la provincia de Buenos Aires, señala: “Yo no quiero que sea pero creo que puede ser. No hay que desdeñar esa posibilidad”.

“No me cabe ninguna duda que algunos correligionarios miran con simpatía a los libertarios y otra porque esos mismos personajes y algunos otros más tienen un fuerte sentimiento antiperonista y con tal de hacer gorilismo son capaces de cualquier alianza”, recalca.

Con menos frecuencia pero con profunda intensidad cada vez que aparece, Elisa "Lilita" Carrió se encargó de pegar para afuera y fuerte, como Maximiliano Ferraro en el recinto cuando el boicot a una sesión era el objetivo a cumplir, amenazando denuncias para todos y todas.


FUEGO AMIGO CÍVICO

Pero "Lilita" también pega sin problemas para adentro advirtiendo sobre “las alianzas fascistas” de Juntos por el Cambio en una clara distancia con Pato Bullrich, agitándola contra Larreta por los negocios del acarreo, entre otras yerbas más grandes, contra Mauricio Macri sosteniendo que “ya fue” como Cristina Fernández de Kirchner, y hasta tildar al potencial socio Milei como “Hitler”.



En definitiva, el 2023 será un año de definiciones complejas que sellarán la política de toda la década que se viene. ¿Perdida? ¿Ganada? ¿Empatada? ¿Hay respuestas? El diario del primer lunes del año que viene lo empezará a decir.