27.03.2023 / Juntos por el Cambio

Macri y Larreta negocian en CABA para ordenar su interna: cambio de reglas, el primo Jorge, Lousteau y Milei

El ex presidente quiere que su primo Jorge sea el candidato único del PRO, algo que el alcalde porteño habría aceptado a cambio de un cambio en las reglas electorales que le serviría para sostener su acuerdo con Lousteau y perjudicar a Milei. Cómo se bajan Acuña y Quirós. Los detalles.




Con la oficialización de que Mauricio Macri no será candidato presidencial ni irá por ningún otro cargo electoral, el PRO y Juntos por el Cambio comienzan a ordenar su panorama y su oferta política a nivel nacional, pero aún quedan dos grandes botines: la ciudad de Buenos Aires, tradicional núcleo del partido amarillo pero con la UCR buscando discutir roles, y la provincia de Buenos Aires, donde todo se presenta mucho más caótico. 

En ese contexto, Macri se reunió con Larreta la semana pasada, previo al video con su "renunciamiento", y las versiones trascendidas de distinto modo desde ambos búnkeres indican que el ex presidente presiona a su sucesor con el fin de que haga expreso su apoyo a Jorge Macri, primo del ex mandatario y su elegidocomo precandidato a jefe de Gobierno.

Es que Larreta tenía tres precandidatos anotados en un intento por forzar su postura: Emmanuel Ferrario, que ya se bajó, Soledad Acuña y Fernán Quirós (también el elegido Elisa Carrió). Macri y Patricia Bullrich, en cambio, ya decantaron públicamente por Jorge, intendente en uso de licencia del partido bonaerense de Vicente López. Estos últimos dos metieron presión cada vez que pudieron para que Larreta supiera que la pretensión amarilla es uno solo aspirante por ese espacio.



El alcalde de la Ciudad, que compite ahora mano a mano con Bullrich por posicionarse antes de las PASO o a través de ellas como candidato a presidente del PRO en Juntos por el Cambio, reiteró en varias oportunidades que no está de acuerdo con las “bendiciones” y que abrirá el juego para distintos funcionarios de su gestión.

De hecho, en la presentación de Eugenio Burzaco como nuevo ministro de Justicia y Seguridad y con la baja de Macri ya consumada, Larreta destacó esta decisión del líder PRO enfantizando su caracter de "no mesiánico" y aquella idea de que sean los votantes quienes definan y no los dedos. 

En el medio de esa dictomía está Martín Lousteau, el senador nacional de la UCR Evolución que ya está lanzado para competir en CABA. Formalmente y como parte del acuerdo que comparte con Larreta y Gerardo Morales, acompañará al gobernador de Jujuy en su candidatura a presidente. Pero sabe que el titular del radicalismo a nivel nacional no mide demasiado y podría anclarlo para abajo en la boleta porteña. 

La solución podría llegar con un acuerdo atípico: la posibilidad de contentar a todas las partes se daría a partir de la implementación de boletas separadas a nivel nacional y porteño, lo cual "despegaría" a los aspirantes a jefe de Gobierno tanto de la poca tracción que tenga un presidencial como, por el contrario, de la elevada intención de voto que porte. Del tema habrían hablado Macri y Larreta en la reunión que mantuvieron ambos el viernes en Palermo.

Esta maniobra electoral debería pasar por la legislatura porteña, pero nada allí presenta dificultades para el oficialismo, que echa mano de dicho parlamento casi como una escribanía dada la la mayoría que tiene Rodríguez Larreta. Se necesitarían 40 votos.

Larreta, en tanto, buscó una forma de venderle dicha jugada a Macri como una necesidad exógena a su acuerdo con Lousteau, con cierta verosimilitud: le describió al ex presidente un complejo panorama legislativo para el PRO en CABA ante el eventual crecimiento de los libertarios, cosa que argumentó podría suceder si las presidenciales y las elecciones para jefe de Gobierno se celebraban el mismo día o en una misma boleta.

Milei, precisó el alcalde porteño según recontruyó LPO, podría pasar de tener un bloque de cinco a uno de hasta 12 legisladores, salvo que se vote en urnas separadas, en días diferentes o con boletas distinas. Es que el economista mediático no tiene definido un candidato en CABA, mucho menos uno fuerte. Así, sería su presencia en la boleta la que podría levantar las posibilidades de su espacio. Si hay dos boletas, las chances libertarias para el territorio porteño se diluirían.



Con esa oferta, Larreta puede contentar a Lousteau, quien podría capitalizar volumen electoral, no quedarse cirscunscripto como precandidato del radicalismo de Morales - con poco margen para el éxito ante Larreta o Bullrich - y competir de otra manera, casi mano a mano, con Jorge Macri, el referente del PRO. Pero también tabicar a Milei. 

Por su parte, Mauricio Macri esta mañana no sólo dejó en claro que su candidato es su primo y que debe haber un sólo aspirante PRO, sino que se mostró públicamente confiado en que Larreta también le brindará su apoyo. Todo parece indicar que cerraron acuerdo.

Cuando le consultaron al ex presidente si veía a Lousteau como jefe de Gobierno porteño, fue terminante: “La verdad, no. Porque creo que el PRO ha marcado un rumbo de modernidad y calidad en la gestión que la tiene que seguir marcando”.

“Tenemos a alguien muy preparado (…). Hoy Jorge Macri tiene una experiencia única, que yo no tuve. Ya fue intendente de algo más chico, pero es exactamente lo mismo en términos de dinámica. Más el equipo de PRO que hereda, que tendrá que renovar, sacudir un poco las cosas. Es una experiencia que no podemos perder”, dijo Macri.

Luego, le preguntaron directamente si Larreta apoyaría a su primero. “Se va a jugar (por Jorge Macri) porque las cosas caen por su peso propio. Eso no quita los valores y los aportes que pueda hacer Lousteau. Encontrará su lugar”, sentenció Macri.

En el entorno de Jorge Macri dan por hecho que Quirós y Acuña, quienes persisten en sus aspiraciones tras la baja de Ferrario, bajarán sus postulaciones. Resta saberse cómo. “Eso va a ocurrir. Antes de la Semana Santa esto tiene que estar ordenado”, le dijeron a La Nación desde el búnker del aún intendente de Vicente López con uso de licencia. E

Se supone que será en etapas. Podría ser con decisiones "espontáneas" de Quirós y Acuña, como sucedió con Ferrario. O la alternativa es echar mano a un sistema como el elegido en Córdoba, donde cada equipo analizó una o más encuestas y se definió por quien mejor mida en ellas. El escollo que queda es cómo convencer a la Coalición Cívica de Carrió de aceptar que bajen al ministro de Salud, bendecido por "Lilita", sin que ni siquiera la consulten.