Con presencia de dirigentes políticos y gremiales, la Iglesia argentina organizó este martes una misa "en desagravio por los ultrajes" a la figura del Papa Francisco por parte del candidato de ultraderecha Javier Milei.
La misa, organizada por el Equipo de Curas de villas y barrios populares de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, se desarrolló en las puertas de la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en la villa 21-24 del barrio porteño de Barracas, con el objetivo de reivindicar la figura del Papa y rechazar "todo tipo de injurias, mentiras e insultos que se están manifestando en esta campaña electoral" por parte de Milei, el candidato más votado en las PASO.
En varias ocasiones, Milei habló del Papa Francisco con expresiones injuriosas, utilizando palabras como "jesuita que promueve el comunismo", "personaje impresentable y nefasto" o "representante del maligno en la Tierra".
"Si solo despertás leones, es lógico que se coman a los corderos más indefensos", advirtieron unos 70 sacerdotes de villas y barrios populares de todo el país en un documento que fue leído al final de la misa, sobre el escenario montado en las puertas de la iglesia de Caacupé.
"Uno se termina preguntando si alguien con ese desorden emocional (en referente a Milei), que no puede encontrarse con quien piensa distinto sin gritar e insultar, puede soportar las tensiones propias del cargo público al que aspira", manifestaron en el documento.
"Optamos por una política que busca el bien común teniendo en el centro a la persona humana. Endiosar el mercado lleva a la deshumanización a través del olvido de los más débiles, advirtieron
A su vez, destacaron la importancia de la presencia del Estado que "con inteligencia acompaña el crecimiento y desarrollo" de la comunidad organizada de los barrios, en respuesta a las propuestas de achicar el Estado a una mínima expresión que plantea Milei en su propuesta electoral.
"Parece que la amnesia se apoderó de muchos dirigentes que no recuerdan los niveles de desamparo de la gente en la crisis de 2001", remarcaron
La multitudinaria celebración -que contó con el aval del arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva- fue presidida por el obispo Gustavo Carrara, vicario general de la arquidiócesis y responsable de la Pastoral de las Villas de la ciudad de Buenos Aires, y concelebrada por una veintena de sacerdotes.
En representación del Gobierno nacional participaron los ministros de Cultura, Tristán Bauer, de Defensa, Jorge Taiana; y de Trabajo, Kelly Olmos; y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.
También estuvieron presentes los diputados Eduardo Valdés y Daniel Arroyo; el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel; uno de los referentes de la UTEP, Esteban "Gringo" Castro; los gremialistas Pablo Moyano, Julio Piumato y Sergio Sassia; la presidenta de Télam, Bernarda Llorente, y los dirigentes Felipe Solá, Natalia de la Sota y María Lucila "Pimpi" Colombo, entre muchos otros.