Otra vez la policía reprimió la protesta de jubilados que comenzó pasadas las 17:00, en medio de un escenario de expectativa por la discusión del bono y la suba de haberes, que finalmente no avanzó en el recinto. Efectivos de la Policía Federal, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y Gendarmería instalaron un vallado perimetral que impidió a los manifestantes acceder a la Plaza del Congreso. Ante los intentos de los jubilados por avanzar, las fuerzas rodearon la movilización y respondieron con gas pimienta, lo que provocó corridas y momentos de tensión en el microcentro porteño.
A la protesta se sumaron organizaciones sociales y políticas como el Frente de Izquierda, el Polo Obrero y la UTEP, que acompañaron el reclamo de los mayores. Muchas de estas agrupaciones denunciaron que la falta de avances en la Legislatura demuestra “la desidia de los representantes populares” y exigieron una nueva convocatoria urgente para tratar la cuestión previsional.
Horas antes del inicio de la marcha, el debate en Diputados sobre el aumento de haberes y el bono para jubilados quedó trunco al no alcanzarse quórum suficiente. Esa ausencia motivó críticas cruzadas: desde el oficialismo se responsabilizó a la oposición por dilatar el tratamiento, mientras que bloques minoritarios señalaron la necesidad de un acuerdo amplio que garantice los recursos necesarios.
Los manifestantes anunciaron que mantendrán la presión y convocaron a una nueva concentración si no se concreta en los próximos días una sesión extraordinaria. Reclaman además la derogación de medidas que consideran “lesivas” para quienes perciben el haber mínimo y exigen la intervención del Estado para garantizar un piso digno de jubilación.