12.07.2025 / NI LLUVIA NI LLOVIZNA

Fuga récord: la inversión extranjera directa registró el mayor retroceso en diez años

Entre enero y mayo, la IED mostró un saldo neto negativo de u$s1.679 millones, producto de mayores egresos que ingresos. A pesar del fin del cepo y de los incentivos oficiales, los dólares no llegaron.





En contraste con las expectativas oficiales tras la flexibilización del cepo y la apertura a los mercados, los datos del Banco Central muestran un fuerte deterioro de la inversión extranjera directa (IED). En los primeros cinco meses del año, se registró un saldo neto negativo de U$S1.679 millones, el peor resultado en al menos una década. Según cifras oficiales, los ingresos por IED apenas alcanzaron los U$S551 millones.

La tendencia no es nueva: ya en 2024 se había reportado una caída del 54% en comparación con el año anterior, pero el ritmo de salida se aceleró este año, en medio de un escenario de incertidumbre política, debilidad del Gobierno en el Congreso y reformas estructurales que, según analistas, no lograron consolidarse a tiempo. Especialistas también apuntan a la caída del consumo, el freno de la obra pública y el contexto internacional desfavorable como factores que desalientan nuevas apuestas productivas.

Desde el sector financiero, señalan que la liberación del cepo a partir del 14 de abril no trajo inversiones, sino que facilitó la salida de capitales. “Parece haber incentivado la repatriación de capitales en lugar de nuevas inversiones productivas”, explicaron desde una consultora. La combinación con tasas de interés altas a nivel global y la baja en los precios de commodities como el litio también afectaron la llegada de fondos.

El desempeño mensual refleja esa dinámica volátil. Solo marzo y mayo mostraron saldos positivos, con 97 y 109 millones de dólares, respectivamente. Pero en los otros meses hubo fuertes salidas, en especial en febrero, que arrojó un rojo de más de U$S1.000 millones. Sectores como la minería y la industria manufacturera se mantienen activos, pero no logran compensar la fuga generalizada de divisas.

Pese a la implementación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) y otros proyectos en carpeta, como un oleoducto en Río Negro o un buque de licuefacción, las señales no lograron revertir el deterioro. Instituciones como J.P. Morgan y Morgan Stanley advirtieron sobre la alta exposición al riesgo argentino y mantienen una posición cautelosa sobre el país. 

Con un saldo neto negativo que continúa la racha descendente de 2024, Argentina enfrenta el desafío de reactivar la IED. Para los analistas, recuperar la llegada de capitales dependerá de la capacidad del Gobierno para estabilizar la economía, fortalecer la institucionalidad y generar confianza sostenida en los inversores internacionales.