La Corte Suprema de Brasil abrió el proceso contra Jair Bolsonaro por cargos de conspiración y tentativa de golpe de Estado tras su derrota electoral frente a Luiz Inácio Lula da Silva. Con dos votos ya emitidos en su contra, el exmandatario necesita que un solo magistrado más se pronuncie para quedar condenado en un fallo histórico.
El juez Alexandre de Moraes, relator de la causa, fue el primero en declarar culpable al exmandatario. Durante una exposición de más de cinco horas, aseguró que Bolsonaro lideró una organización criminal para consumar un golpe de Estado y advirtió que “Brasil casi volvió a una dictadura”. Según el magistrado, la trama se había gestado desde 2021 y alcanzó su punto máximo en los ataques del 8 de enero de 2023 a las sedes de los tres poderes en Brasilia.
El segundo voto correspondió al ministro Flávio Dino, quien coincidió con Moraes y sostuvo que Bolsonaro fue la “figura dominante” en la coordinación de la ofensiva contra el régimen democrático. Al mismo tiempo, señaló que los otros siete acusados, entre ellos exministros y militares de alto rango, tuvieron un papel secundario y deberían recibir penas más bajas.
La acusación de la Fiscalía incluye cinco delitos: intento de abolición del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, asociación criminal armada, daño calificado y destrucción de patrimonio público protegido. Entre las pruebas citadas figuran documentos incautados, mensajes en redes sociales y testimonios que vinculan directamente al expresidente con la organización de los hechos. Moraes lo definió como el “líder de una verdadera organización criminal”.
En paralelo, el entorno del exmandatario insiste en que el proceso judicial responde a una persecución política. Su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, denunció en X que “ese texto de hoy fue escrito hace meses, tal vez años antes del juicio”, y definió a su padre como un “defensor del orden y la legalidad”.
Mientras la Corte se encamina a un veredicto que podría derivar en una pena de hasta 43 años de prisión, el bolsonarismo ya trabaja en el Congreso en un proyecto de amnistía para blindar al exmandatario. El gobernador de San Pablo, Tarcísio de Freitas, aseguró que “hay votos de sobra” para avanzar con la iniciativa, mientras que el expresidente estadounidense Donald Trump volvió a respaldar a Bolsonaro y amenazó con nuevas sanciones contra Brasil, tras haber impuesto aranceles y restricciones a funcionarios como el propio Moraes.