17.10.2025 / Economía

El FMI insistió en la necesidad del Gobierno argentino de “reducir la inflación y acumular reservas”

El organismo de todas maneras destacó las reformas estructurales impulsadas por Javier Milei y proyectó un crecimiento del 4,5% con inflación del 28% para 2025.





En el informe "Perspectivas Económicas Mundiales" del Fondo Monetario Internacional (FMI) referidas al Hemisferio Occidental dado a conocer este viernes en Washington, el organismo internacional ponderó el programa de gobierno de Argentina, pero le reclamó al presidente Javier Milei que uno de los puntos a fortalecer sea la acumulación de reservas y la baja de la inflación.

En el documento, se advirtió que "la economía mundial enfrenta importantes cambios de políticas y shocks persistentes en medio de una incertidumbre inusualmente alta" y se deslizó que "en este contexto, se espera que el crecimiento en América Latina y el Caribe se vea afectado por diferentes exposiciones al comercio global y a la dependencia de las remesas, las materias primas y los mercados globales de capital".

No obstante, se ponderó las reformas estructurales que está llevando la presidencia de Javier Milei y anticipa un crecimiento del PIB argentino de 4,5% para el año en curso con una inflación de 28%. También, indicó que "se necesitan esfuerzos sostenidos para mantener el ancla fiscal, fortalecer el marco de gestión monetaria y de liquidez e impulsar reservas para facilitar el acceso duradero a los mercados internacionales de capital".

En referencia al Gobierno nacional, el FMI destacó que “desde diciembre de 2023, la administración Milei ha implementado un ambicioso paquete de medidas orientadas al mercado, reformas para impulsar la productividad y el crecimiento" y menciona que estas reformas se han centrado en eliminar barreras arraigadas en el comercio, levantando estrictas regulaciones financieras, de productos y del mercado laboral, y promulgando cambios en la gobernanza.

En esa línea, señaló que Argentina ha enfrentado importantes impedimentos estructurales al crecimiento que empeoraron durante el período 2010-22 como resultado de restricciones estrictas y altos precios, tasas de interés y divisas, controles monetarios y regulaciones en el mercado laboral que desalentaron el empleo formal y aumentaron el costo de hacer negocios junto con un deterioro de la calidad regulatoria, la eficacia gubernamental y la gobernanza y transparencia generales.

Entre las medidas del Gobierno, identifica las referidas a la liberación comercial y puntualiza que la gestión Milei ha reducido numerosas (y altamente discrecionales) tarifas y barreras comerciales no arancelarias, alivió la mayoría de las restricciones cambiarias (aunque algunas se reintrodujeron recientemente), los procedimientos fueron aduaneros simplificados a través de la digitalización y regulaciones mejor alineadas con normas internacionales.

También, destaca un nuevo régimen de inversiones (RIGI) ha garantizado compromisos por más de u$s15 mil millones en inversión extranjera directa, principalmente en energía y minería.

Otro de los capítulos a los que se refiere es la desregulación financiera, el organismo subrayó que para fomentar el crédito y la inversión, así como mejorar la transmisión de la política monetaria, se eliminaron los controles de las tasas de interés sobre préstamos y depósitos y se introdujeron nuevos instrumentos financieros. El regulador de valores cambió su enfoque hacia una supervisión posterior a la emisión favorable al mercado, haciendo que los mercados de capital sean más accesibles.

En cuanto a la desregulación del mercado de productos, para eliminar las distorsiones del mercado, reducir las cargas administrativas y mejorar la competencia, se derogaron o modificaron más de 1.000 regulaciones en sectores clave como el petróleo, el gas, la minería, la electricidad, el transporte, el comercio minorista y el sector inmobiliario.

Como primer paso hacia la mejora de la flexibilidad del mercado laboral, se actualizaron las regulaciones para permitir la negociación colectiva sectorial, simplificar el sistema tributario para los trabajadores independientes y extender los períodos de prueba para las nuevas contrataciones.

Para racionalizar el Estado, aumentar la eficiencia, reducir la intervención y mejorar la transparencia, se emitieron numerosas regulaciones que permitieron la racionalización de las entidades públicas, el cierre de fondos fiduciarios y la conversión de empresas estatales en sociedades anónimas antes de su privatización. También se modernizaron los procesos administrativos y se puso en marcha una reforma de la función pública.

El organismo consideró vitales esfuerzos adicionales para reformar los mercados laborales y la política fiscal para abordar la informalidad y aumentar la productividad. El FMI considera que, si se mantienen y profundizan estas reformas, se podrían generar ganancias significativas a mediano plazo al abrir la economía argentina, mejorar la calidad y previsibilidad del régimen regulatorio y tributario, y la racionalización de los procedimientos administrativos.

Asimismo, entiende que estas políticas deberán complementarse con esfuerzos para abordar las debilidades de gobernanza. En tanto, Con relación al programa vigente entre el Gobierno argentino y el organismo, sostiene que el Servicio Ampliado del Fondo ha apoyado la transición a un régimen cambiario más flexible y la flexibilización de la mayoría de las restricciones cambiarias.

El FMI evalúa que “la inflación subyacente anual continúa cayendo gradualmente, mientras que la actividad se ha suavizado más recientemente, lo que también refleja shocks e incertidumbres relacionados con las elecciones”. También advierte que “se necesitan esfuerzos sostenidos para mantener el ancla fiscal, fortalecer el marco de gestión monetaria y de liquidez e impulsar reservas para facilitar el acceso duradero a los mercados internacionales de capital”.

El organismo ahora proyecta que el crecimiento del PIB se moderará desde alrededor del 4,5% este año al 4% en 2026, en tanto que la inflación anual caerá de alrededor del 28% a finales de 2025 a alrededor del 7-12% a finales de 2026.