29.10.2025 / ALARMANTE

El Gobierno planea avanzar con una reforma previsional que fijaría la edad jubilatoria más alta a escala global

Para cumplir con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras el mega préstamo de abril, el proyecto del Gobierno pretendería elevar la edad mínima de retiro a 70 años y modificar los parámetros de cálculo de las jubilaciones, con cambios significativos en las pensiones y la tasa de sustitución.





El Gobierno de Javier Milei prepara un proyecto de reforma previsional que llevaría al Congreso cuando esté renovada su conformación. La medida, que forma parte de los compromisos tomados con el FMI para garantizar el préstamo a principio de año,  busca elevar de manera escalonada la edad mínima para jubilarse hasta los 70 años para ambos géneros, es decir, la edad jubilatoria más alta a nivel mundial. 

Según pudo conocer El Destape, el aumento comenzaría en 2027, con hombres y mujeres retirándose progresivamente a los 66 y 62 años, respectivamente, y culminaría en 2030 con la meta de los 70 años. Siguiendo el argumento de los impulsores del proyecto, se trata de un ajuste necesario ante los cambios demográficos y el aumento de la expectativa de vida.

La reforma también contempla modificaciones en la tasa de sustitución, el porcentaje del salario que se mantiene al jubilarse. Actualmente, los trabajadores de menores ingresos reciben cerca del 96% de su salario, mientras que los más altos alcanzan alrededor del 50%. Bajo la nueva propuesta, la progresividad se vería reducida, afectando especialmente a quienes dependen de la jubilación como fuente principal de ingresos.

Uno de los temores más grandes para la población afectada es que, ante el deterioro del sistema, se vuelva necesario recurrir a bancos privados para que lideren esquemas similares a las AFJP, especialmente para quienes buscan complementar sus haberes sobre la base de salarios más altos. Además, se plantean cambios en las pensiones por viudez, con límites temporales que reducirían la carga fiscal del Estado y ajustarían los beneficios a la situación laboral de los derechohabientes.

Desde la administración, se enfatiza que la reforma permitirá “un sistema mucho más consistente” y que la edad de retiro se moverá de acuerdo con la demografía y la esperanza de vida. Sin embargo, especialistas y abogados laboralistas advierten que el esquema afectaría la previsión de ingresos de jubilados y podría favorecer la privatización parcial del sistema.