Luego de que la Justicia hiciera lugar a un reclamo del abogado de Mauro Martín, jefe de la barrabrava de Boca, y el club decidiera devolverle su carnet de socio para poder asistir al Superclásico de este domingo, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, puso en duda que el partido se vaya a jugar como estaba planeado.
"Vamos a hacer una apelación a la Justicia entendiendo que no puede avanzar la causa en ese sentido", afirmó Berni en declaraciones en radio La Red. "No he hablado con Angelici y no lo voy a hacer pero alguna acción al respecto vamos a realizar porque si Boca le levanta el derecho de admisión a estos personajes y generan un espectáculo público se van a tener que hacer responsables", añadió el secretario de Seguridad de la Nación.
El abogado de Martín, Rodrigo González, basó su presentación ante la Cámara de Apelaciones en la ley 23.592 que indica que "quien arbitrariamente impida el ejercicio de los derechos reconocidos en la Constitución, será obligado a pedido del damnificado a dejar sin efecto el acto discriminatorio y a reparar el daño moral ocasionado".
Lo cierto es que en un fútbol cada vez más violento, donde ni siquiera la ausencia obligada del público visitante pareciera haber mejorado la situación, cualquier aval de la justicia para que un reconocido violento asista a los estadios debe ser tomado como lo que es: una mala noticia.