18.08.2015 / Por el acuerdo entre Usa y Cuba

Francisco competirá por el Premio Nobel de la Paz

El Papa fue nominado por tercer año consecutivo para quedarse con el galardón. Repasá su accionar como líder geopolítico.


El Papa Francisco es un actor determinante de la geopolítica mundial. Sus intervenciones han valído grandes repercusiones y han acercado a distintos pueblos y cultos. Por tercer año consecutivo se encuentra nominado como candidato al Premio Nobel de la Paz.

El premio se atribuye a "la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz", y desde que fue instituido por Alfred Nobel en 1895 ningún Papa se adjudicó la distinción.

Entre los principales nominados, es decir el grupo de 20 que quedó de los 293 iniciales, se encuentran el diputado noruego Abid Raja, el religioso católico y luchador por los derechos de los migrantes africanos Mussie Zerai, y el jurista español y presidente del Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, Federico Mayor.

Su compromiso con la paz mundial

Desde el primer día de su papado, Francisco ha ocupado un rol determinante en la política internacional. Se ha metido de lleno en la mediación de conflictos políticos y en la búsqueda de paz, como así también en el reposicionamiento de la iglesia católica alrededor del mundo.

Restablecimiento de las relaciones entre Washington y La Habana

El mayor logro en su intervención en la geopolítica fue seguramente el de hacer que retomaran las relaciones diplomáticas los líderes de Washington y La Habana. A través de una carta que envió tanto hacia Raúl Castro como para Barack Obama, el Papa produjo los acercamientos iniciales, que parecerían encaminarse hacia el fin del enfrentamiento entre ambos países. 

En este contexto, luego de reuniones en secreto mantenidas en Cánada y el Vaticano, acercamientos entre ambas delegaciones se logró resolver la situación de algunos presos políticos como los famosos cinco cubanos detenidos en Estados Unidos y la liberación del espía estadounidense detenido por 20 años en la Isla.

"El Santo Padre se complace vivamente por la histórica decisión de los Gobiernos de los Estados Unidos y de Cuba de establecer relaciones diplomáticas, con el fin de superar, por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia reciente", afirmó la Santa Sede en aquél momento.

John Kerry, secretario de Estado norteamericano, resaltó la importancia de la participación de Francisco y el Vaticano en las negociaciones para reanudar sus relaciones y subrayó: "No es un accidente que el Santo Padre venga aquí y luego a EEUU".

La influencia del máximo pontífice en el hecho fue resaltada por el embajador argentino en el Vaticano, Eduardo Valdés, quien reflexionó que "los 58 minutos de Raúl Castro con Francisco fueron una revolución" y con respecto a la reanudación de sus vínculos diplomáticos, señaló: "El Papa me dijo que los dos países querían hacerlo". 

Medio oriente

Un hecho histórico fue sin lugar a dudas el reconocimiento del Vaticano a Palestina como un Estado, ajustándose así a la política de los dos Estados propuestas por la ONU; es decir, el reconocimiento de dos Estados (el israelí y el palestino) que deben vivir en paz y en permanente seguridad.

Anteriormente, el Papa llevó a cabo una histórica visita a Tierra Santa, donde visitó las ciudades de Amán, en Jordania, Belén, en Palestina y Jerusalem, en Israel, e invitó a los mandatarios de Israel y Palestina a visitarlo en el Vaticano.

Allí, logró el encuentro histórico entre el presidente israelí Shimon Peres y el líder palestino Mahmud Abbas, quienes estuvieron junto a Francisco en el vaticano y oraron en conjunto por la paz.

Oración Francisco - Peres - Habas


Asia

Otro de sus logros en materia internacional fue su gesto de acercamiento a países como China o Corea del Norte para entablar un diálogo con el Vaticano e iniciar las relaciones diplomáticas perdidas entre la Iglesia Católica y el continente donde habitan entre 8 y 12 millones de católicos.

El Papa le envió en su momento un mensaje de buenos deseos al presidente chino Xi Jinping, intentando arrimar posiciones frente al gobierno chino, que mantiene una política dura hacia las religiones minoritarias, al punto que los fieles en ese país están separados entre los que pertenecen a la línea "patriótica" y quienes adhieren a la "clandestina", que comulga con Roma y está prohibida por el gobierno del PCCh.

Asimismo, Francisco brindó en Corea del Sur un fuerte mensaje de respeto y apertura en la Jornada de la Juventud Asiática que contó con una fuerte presencia de jóvenes chinos. Allí expandió sus palabras en la búsqueda de penetrar la fe en el gigante asíatico hasta en Corea del Norte.
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